Francia contra el lenguaje inclusivo

(LeMexico) – Francia someterá a votación la omisión de palabras neutrales de género, pues para algunos diputados “pone en peligro la lengua y su herencia”.

Esta propuesta de Ley propuesto por François Jolivet, diputado del partido La République En Marche (LREM) del presidente Emmanuel Macron, prohíbe contundentemente el uso de esta manera de escribir y hablar en documentos oficiales administrativos.

Jolivet afirmó en un tuit la semana pasada que este enfoque en el lenguaje no hace nada realmente por la lucha de igualdad de género y de otros grupos.

Tanto la Académie Française, como la Real Academia de la Lengua Española y la Academia de la Lengua Mexicana han apuntado que estos modos de hablar y escribir figuran como un antitropo. Un tropo es una figura literaria utilizada para dar un sentido distinto al correspondiente como una metáfora, el énfasis o ironía, por mencionar algunos.

Para Le Haut Conseil à l’Égalité, el lenguaje refleja la sociedad y su forma de pensar sobre el mundo. Este organismo estatal que promueve la igualdad de derechos apunta que una reforma al lenguaje cambiará no sólo el machismo, sino el racismo, la discriminación a los discapacitados o a los de clase media-baja cuando no es así.

Sin embargo, Eliane Viennot, profesora de literatura en la Universidad Jean-Monnet en Saint-Étienne, sostiene que este rechazo es para “evitar ser despojado del bastión del lenguaje y pensar que ha dominado el hombre por siglos“. Este apunte es simplemente desde la emoción, pero no resiste algún escrutinio. Para los franceses, el lenguaje es tan preciado que el respeto y el uso correcto y general se incluyó en 1992 en la Constitución Nacional.

En el título “De la Soberanía“, el artículo dos respecta sencillamente a “La Lengua de la República es el francés“; llanamente se puede usar contra la introducción del lenguaje inclusivo en Francia.

La política del lenguaje apremia las situaciones, usos, costumbres, manejos y cambios desde una planeación lingüística construida con datos lingüísticos de estudios o perfiles sociolingüísticos. Con eso, por ejemplo, se tiene el observatorio lingüístico de la RAE y el compendio de palabras de uso.

¿Qué tan inclusivo es el lenguaje inclusivo?

Parece ser que el último grito de la moda en estos tiempos no es un atuendo físico de pasarelas, sino un “colguije” mental e ideológico. La variedad de éste depende de la fisionomía y cultura de cada país.

En Francia, se oficializó el francés por Molière y las condiciones territoriales del medievo, ya que como quien dicen en Francia había “de chile y mole” pues de un barrio a otro cambiaba completamente el idioma.

Francisco I firmó en el siglo XVI la norma “l’ordonnance de Villers-Cotterêts” para unificar el lenguaje y unificar al país, todo en pos de la política del lenguaje.

Lo que en el idioma español (catalán y variaciones como el argentino, chileno, peruano, etc.) la “e” parece neutra, en francés la “e” favorece la forma femenina /avocade/ pero en plural domina el masculino /avocats/ . Una primera aportación de “la nueva forma de lenguaje incluyente” es un punto medio entre el singular y el plural: “e.s.”.

Esto parece bueno, pero hay dos puntos en contra que nadie dice: la impronunciabilidad y el insatisfactorio según la rama del estudio de la fonética y morfología. Por otro lado, pondría en evidencia las limitaciones de personas con dificultades como dislexia o disfasia, haciendo peor la “solución” al problema.

Al menos tres años atrás, Édouard Philippe, el Primer Ministro, firmó una circular interna, invitando a la adopción de dicha escritura inclusiva en su equipo, pero ahora hubo una interdicción opuesta a ello.

Así como el lenguaje es soberano de un país, la decisión de sus ciudadanos“, por ende, esta observación y análisis se ve bancada en ambos lados por lo que el resultado puede ser cualquiera.

Entiéndase el lector que el que escribe no aminora la lucha de las mujeres, pues, citando a Simone de Beauvoir:

«No olvidéis jamás que será suficiente una crisis política, económica o religiosa para que los derechos de las mujeres sean puestos en cuestión. Estos derechos nunca son adquiridos. Debéis estar vigilantes durante la vida entera».

El detalle es la inclusión a la que se pretende: “elle, lxs, chiques“. Ahora, según el INEGI en el Censo 2020, hay 20 millones 838 mil 108 personas de personas discapacitadas en el país, una cifra que representa el 16.5% de la población de México.

De esto se desprenden:

  • 179 mil 890 (4.9%) personas con discapacidad
  • 13 millones 934 mil 448 (11.1%) tienen alguna limitación para realizar actividades de la vida diaria (caminar, ver, oír, autocuidado, hablar o comunicarse, recordar o concentrarse)
  • 723,770 (0.6%) con algún “problema o condición mental

De estos: 11 millones, 111 mil 237 (el 53%) son mujeres y 9 millones 726 mil 871 (el 47%) son hombres. 40.9% son mayores de 60 años; 29.8% entre 30 a 59 años; 9.8% jóvenes de entre 18 a 29 años; y 9,1% son menores de edad.

Los mayores limitantes son para ver (8,096,386 personas, representa el 38.8%), escuchar (5,104,664 personas, representa el 24.4%) y hablar o comunicarse (2,234,303 personas representa el 10.7%). Sin duda, un bien común sería pedir braile y sistemas lenguaje alternos como las señas para tener un verdadero lenguaje incluyente.

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