Reclaman investigación de la OMS: está incompleta

(LeMexico) – El Director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ordenó enérgicamente una investigación sobre la hipótesis de “fuga del virus” en China.

Esto, a causa de la presión ejercida de 14 naciones hacia la OMS por ser demasiado condescendiente con China. El ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud ordenó la preparación de un grupo de expertos para tocar esta línea de investigación en el país asiático.

La administración Trump, guiada por sus servicios de inteligencia, afirmó y sostuvo que el virus fue creado por China y liberado a propósito. El gigante asiático lo ha negado.

Aunque el informe -duramente criticado- de la OMS sobre el origen del coronavirus asegura que esta hipótesis es “extremadamente improbable“, Tedros Adhanom afirmó que «Esta hipótesis requiere investigaciones adicionales (…) probablemente con nuevas misiones con expertos especialistas. Lo que estoy dispuesto a desplegar».

EU declaró que la misión no contó con algún especialista en seguridad de laboratorios y la información al respecto fue insuficiente debido a “todas las dificultades para tener los datos originales de los estudios“. Peter Ben Embarek, científico en jefe de la delegación internacional de investigación afirmó que no hubo escrutinio diligente al respecto de los laboratorios chinos y fue un área poco explorada.

El año pasado, Trump fue duro con la OMS, tildándola de “marioneta de China“. Además, retiró los fondos de la agencia y cortó los lazos de cooperación.

La UE y catorce países lamentan profundamente la tardanza del estudio así como “el poco rigor empeñado en este” pero agradecieron el “intento“, ya que fue un primer paso muy útil.

Hubo algunas fechas que marcaron la dirección que tomaría esta pandemia. Muchos expertos afirman que de haber hecho las cosas de diferente manera, China nos hubiera ahorrado toda la situación que está pasando el mundo.

1) 30 de diciembre de 2019
Este día fue “la primera alerta de la existencia del COVID-19”.

Justo a las 4:00 pm, la jefa del Departamento de Emergencias del Hospital Central de Wuhan recibió los resultados de una prueba realizada por el laboratorio de secuenciación Capital Bio Medicals en Beijing. Ella leyó las alarmantes palabras “SARS CORONAVIRUS” que señaló con un círculo rojo.

En menos de una hora y media, el estudio estaba en manos de un médico del departamento de oftalmología del hospital, Li Wenliang. Este lo compartió con su grupo de clase con la siguiente advertencia: «No circule el mensaje fuera de este círculo y advierta a sus familiares y queridos a tomar y extremar precauciones».

Para aclarar y tomar en cuenta: el virus SARS tuvo una notable extensión en el sur de China entre 2002 y 2003. Pekín encubrió todo señalando que estaba bajo control. En dos años, el síndrome respiratorio agudo severo (SARS) infectó a 8 mil personas y mató al diez porciento. Para una semana después de haber difundido el mensaje de Wenliang, todo China hablaba del SARS.

La preocupación fue un error de los científicos chinos al secuenciar mal este virus y nomenclaturarlo igualmente, este era un nuevo coronavirus.

La Comisión de Salud china preparó la secuenciación completa y correcta de este nuevo Coronavirus en media decena de laboratorios estatales en Wuhan y Pekín. Los reportes de casos no se hicieron públicos oficialmente por orden del Gobierno chino, esta orden sí fue pública doce minutos luego de ser publicadas.

En febrero de 2003, ProMed había sido el primero en dar la noticia del SARS. Ahora, Pollack tenía un deja vu. “Mi reacción fue: ‘Estamos en problemas’“, le dijo a la BBC

2) 31 de diciembre
Ofertas de ayuda

Al empezar a saberlo más personas, George F. Gao, Director General del Centro para el Control de Enfermedades de China tenía muchas llamadas telefónicas con ofertas de ayuda de todas partes del mundo.

Los científicos cercanos a Gao comunicaron que no le veían preocupado:

Dr. Peter Daszak, presidente del grupo de investigación de enfermedades infecciosas EcoHealth Alliance, con sede en Nueva York indicó a BBC «Le envié un mensaje de texto muy largo a George Gao, ofreciendo enviar un equipo y hacer cualquier cosa para apoyarlos». La respuesta de Gao fue un “Feliz Año Nuevo“.

El epidemiólogo Ian Lipkin de la Universidad de Columbia en Nueva York también estaba tratando de llegar a Gao:

«Me devolvió la llamada cenando en año nuevo diciéndome que ya había identificado al virus. Era un nuevo coronavirus y no era transmisible, no creo que estuviera mintiendo, más bien estaba mal informado».

A partir de aquí pasaron doce días de contagios y muertes antes que China compartiera el expediente y las secuencias genéticas con la comunidad internacional. Pekín rechazó numerosas entrevistas con diferentes medios de información mundiales.

3) 1 de enero de 2020
Frustración internacional

El derecho internacional estipula concretamente que «los nuevos brotes de enfermedades infecciosas de interés mundial se notifiquen a la Organización Mundial de la Salud en un plazo de 24 horas».

El primero de Enero, la OMS se enteró del brote por medio de ProMed y contactaron al país asiático. Lawrence Gostin, director del Centro Colaborador de la OMS sobre derecho sanitario nacional y mundial en la Universidad de Georgetown en Washington DC, miembro de la lista de expertos del Reglamento Sanitario Internacional, afirma contundentemente:

«Era imperativo que China informara esto aun con diez casos seguidos en un lapso de 24 horas, prácticamente hizo una violación del Reglamento Sanitario Internacional».

Maria Van Kerkhove relata que estaban consternados al tratarse de un nuevo coronavirus. El tres de enero, China respondió a la OMS, pero el informe fue muy vago: 44 casos de neumonía viral de referente desconocido. La OMS no declaró nada hasta tres semanas después, aunque tenían la certeza que era transmisión persona a persona, el hermetismo chino no permitió corroborar los datos.

Dake Kang de AP declara «El objetivo de China se cumplió: dar la información y pretender que todo estaba bien, promoviendo la idea de que Pekín tenía todo bajo control».

4) 2 de enero de 2020
Silencio de los médicos

Los medios estatales comenzaron una persecución y censura de los profesionales de la salud que trataban estaos casos. La Televisión Central de China hizo público un artículo desprestigiando a los médicos que alertaron a la población días antes tachándolos como “traficantes de rumores y usuarios de internet“, informando que habían sido identificados y tratados con el peso de la ley.

China alega que no fue supresión, pero reportes revelados tiempo después informaron que hubo persecución contra médicos y medios informativos por una campaña para esconder la verdad. Aunque había evidencias de transmisión persona a persona, China no hizo nada por recibir ayuda ni mantener informados a sus habitantes.

5) 3 de enero de 2020
Reportes secretos

En el país había un ambiente de competencia entre los principales laboratorios para mapear el nuevo coronavirus.

En virólogo renombrado en Shanghai, Zhang Yongzhen, inició la secuenciación del virus, la conclusión del estudio reveló que se trataba de un virus SARS, confirmando su transmisión persona a persona.

Dos días después, el departamento del virólogo informó a la Comisión Nacional de Salud el detalle de su trabajo para que desplegaran un plan de acción nacional en lugares públicos. Su investigación fue desechada debido a un memorando secreto que impedía a los laboratorios y científicos no autorizados por el gobierno a publicar sus resultados.

Luego de seis días -China no ha respondido al por qué dejó pasar tanto tiempo- anunciaron que se trataba de un nuevo coronavirus. El 11 de Enero, Zhang abordó un avión y autorizó la publicación de su secuencia. Al día siguiente cerraron su laboratorio “para rectificación“. Su estudio rompió el silencio y trajo un panorama más amplio a nivel mundial, para el día trece del mismo mes circulaban las herramientas para hacer pruebas de diagnóstico.

6) 20 de enero de 2021
China hace público la transmisibilidad del virus

El 20 de Enero China haría pública la transmisión persona a persona. Lawrence Gostin, experto en derecho de la salud, asegura que:

«Siempre iba a ser muy difícil controlar este virus, desde el primer día. Pero cuando supimos (la comunidad internacional) que era transmisible de humano a humano, creo que el gato ya estaba fuera de la bolsa, ya se había extendido. Esa fue la oportunidad que tuvimos y la perdimos gracias a China».

«El 20 de enero es la línea divisora. Antes de eso, los chinos podrían haberlo hecho mucho mejor. Después de eso, el resto del mundo debería estar realmente en alerta máxima y hacerlo mucho mejor».

Wang Linfa, virólogo de murciélagos en la Escuela de Medicina Duke-Nus en Singapur

Hay gran especulación sobre qué tan “culpable” se le puede declarar a China por la propagación del virus. Aunque no se le culpa por la creación y propagación deliberada, sí puede acarrear consecuencias su veto de información que en tiempo y forma hubiera servido a la comunidad científica internacional.

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