Asociación civil ayuda a que adulto mayor en situación de calle reciba vacuna contra COVID-19

(LeMexico) – José Arturo, de 65 años, ha sido la primera persona integrante de las poblaciones callejeras que, apoyada por la asociación civil El Caracol, recibió una dosis de la vacuna contra el COVID-19 en la Ciudad de México. Aunque, así como él, hay otras nueve personas en su misma condición que esta organización ha podido registrar para poder ser inoculadas.

A causa de la actual pandemia, El Caracol AC, organización que vela por los derechos de las poblaciones callejeras, ha tenido que reinventarse. Debido a las determinaciones por el semáforo epidemiológico en la capital del país, los integrantes de las poblaciones callejeras ya no pueden acudir a las instalaciones de esta asociación para comer, pernoctar o bañarse.

Por ello, lanzaron desde marzo del año pasado, la campaña “SOS en las calles, por el derecho a la salud de las poblaciones callejeras frente a la pandemia de COVID-19”, con la intención de informar a esta población sobre esta nueva enfermedad, mediante talleres o postales informativas. Asimismo, buscan prevenir los contagios entre sus integrantes, a través de la entrega de gel antibacterial, cubrebocas y otros insumos.

También, el personal de El Caracol se han dado a la tarea de buscar y ayudar a registrar a la población adulta mayor que vive en las calles para que puedan acceder a recibir la vacuna contra el COVID-19. Esto, ya que la mayoría de ellos no cuentan con los documentos que se requieren para el registro –como acta de nacimiento y CURP-, ni tampoco tienen acceso a internet para acceder a la página donde poder hacerlo.

El contar con un folio de registro no les garantiza la vacuna. Esto, debido a que, a pesar de que las autoridades sanitarias han enfatizado que ningún “abuelito” del país se quedará sin vacunarse, ha habido quejas de la ciudadanía respecto a que, por no presentar la INE o un comprobante de domicilio, se les ha negado este fármaco. Esta situación de no contar con los documentos antes mencionados, o de ni siquiera aparecer en los registros de alguno de ellos, es una constante en un gran porcentaje de los integrantes de las poblaciones callejeras, cosa que preocupa a los integrantes de El Caracol.

Pese a todo, la asociación ha podido registrar a 10 adultos mayores, de los cuales José Arturo fue el primero en inocularse. Este hombre proveniente de Guanajuato, que llegó a la Ciudad de México para estudiar Economía y luego Letras, terminó viviendo en las calles de la capital luego de que se le agotaran sus recursos económicos. Fue vacunado en el Internado no. 17 de la Secretaría de Educación Pública, ubicado en la alcaldía Venustiano Carranza, y en una crónica publicada por Animal Político, se describe cada momento del día en que José Arturo recibió una dosis de vacuna de SinoVac.

Sin embargo, todavía falta que Arturo obtenga su segunda dosis y también que los ocho hombres y una mujer que están a la espera de ser vacunados puedan acceder al biológico. Por ello, el personal de El Caracol no “canta victoria”, ni lo hará hasta lograr que una gran parte de los más de 6 mil 700 personas en situación de calle, censadas en 2017 por la Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México, se les reconozca su derecho a la salud.

Esto a pesar de que, hasta el momento, no hay registro oficial de casos de COVID-19 en personas en situación de calle de la Ciudad de México.

Por último, cabe resaltar que, según un análisis del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), de los más de 600 programas y acciones sociales para la atención de diferentes grupos poblacionales en el marco de la pandemia, implementados por los 32 gobiernos estatales, ninguno de ellos estuvo dirigido a personas en situación de calle.

Además, el confinamiento y el cierre de espacios públicos han dejado a estos últimos sin espacios donde poder obtener recursos que les permitan su subsistencia.

“La población (callejera) se encuentra en una situación más compleja durante la pandemia, principalmente por el tema del trabajo. No pueden trabajar en el metro y cerraron algunos espacios en calle, lo que los deja con pocos recursos para sus rentas o comprar comida”.

Luis Enrique Hernández, director de El Caracol.

Luis Enrique Hernández estima que el número de integrantes de las poblaciones callejeras aumentó en la capital durante el último año, sin que se tenga certeza de cuántos son.

“El derecho a la salud es un tema sensible porque tiene que ver con la vida. Me parece aberrante que un trámite administrativo impida que estas personas que estamos visitando en la calle (puedan) acceder a su derecho a la salud”.

Back to top button