¿Fue la presidencia de Jeanine Áñez un gobierno de facto?

(LeMexico) – El Ministerio de Justicia de Bolivia presentó cuatro acusaciones más al juicio contra Jeanine Áñez.

El viceministro de Justicia y Derechos Fundamentales, César Siles, informó que la demanda fue engrosada con cuatro acusaciones más contra la expresidenta. Estas, en cause de medidas adoptadas durante su gestión de Gobierno.

Las acusaciones son por un préstamo irregular por al menos 340 mdd por parte del FMI y una extensión de una prórroga fraudulenta a la concesión de Fundaempresa, una entidad comercial contratada por el Estado. Se le acusa también de la “vulneración de derechos humanos de los bolivianos residentes en Chile” y por sus restricciones decretadas durante la pandemia.

Lo anterior, aunado a los delitos de “terrorismo, sedición y conspiración” que presenta el Gobierno contra Áñez en el marco del derrocamiento de Evo Morales.

La expresidenta de facto habló desde su celda hace poco tiempo:

«Tengo privilegios y tendría que ser acusada en un caso de corte(…) Hay que defendernos porque si no lo hacemos va a ser una tierra de nadie».

¿Cuál es la controversia?

Luego de la renuncia de Evo Morales por la crisis política en 2019, Jeanine Áñez tomó el poder, bajo un comandado estado de facto.

Los exministros transitorios Álvaro Coímbra, de Justicia, y Álvaro Rodrigo Guzmán, de Energía, los exministros interinos de la Presidencia, Yerko Núñez; de Gobierno (Interior) transitorio, Arturo Murillo; y de Defensa, Luis Fernando López también fueron acusados. Murillo y López no se encuentran en el país.

Las acusaciones concretas contra Áñez y los funcionarios son de “Golpe de Estado” en Bolivia. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, explicó que con las investigaciones iniciadas contra la exmandataria y parte de su comité en diciembre “se tiene evidencia para acusarlos de derrocar a Evo Morales en un Golpe de Estado“.

El contexto de la presidencia de Áñez fueron las elecciones más que polémicas en el país que orillaron la dimisión de Evo. Aunque su renuncia fue por presión del Comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia, Williams Kaliman, impulsado por las fuertes protestas y acusaciones de fraude.

Estas acusaciones contra Jeanine realizadas desde el oficialismo boliviano parecen infundadas, puesto que el 2019, con el levantamiento social por el presunto fraude electoral en el que Evo Morales, aspiraba al poder por cuarta vez consecutiva. Esto se contrapone a la Constitución que permite dos mandatos seguidos.

El partido de Evo Morales, MAS, volvió a las elecciones con Luis Arce. Tras su arresto, Áñez indicó que “la persecución política” había empezado, puesto que «El MAS ha decidido volver a los estilos de la dictadura».

El apoyo a la expresidenta no se hizo esperar, hubo protestas en diversos puntos del país y varias figuras bolivianas expresaron su descontento en redes sociales. Incluso, El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Bolivia (OACNUDH) pidió “un juicio justo” para Jeanine.

Todas estas acusaciones se deben a los procesos de muy dudosa ejecución en el país. llevados a cabo por el MAS para sostener la Presidencia de Evo Morales.

«El exmandatario, gallardo y con soberbia, acusa, pide verdad y se llena la boca de justicia “sin saber que está pidiendo la soga para su propio cuello”».

La oposición

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