Takashi Shimura, el “ícono silencioso” del cine

(LeMexico) – “Las coincidencias no existen”, solemos decirnos a nosotros mismos cuando algo fuera de lo común sucede en nuestras vidas, en un claro intento de encontrarle algún significado a lo vivido, y sentirnos, quizá, un poco menos insignificantes en esta realidad.
Hoy me ocurrió a mi, y decidí, como era de esperarse, que no era una coincidencia, que la vida trataba de decirme algo… en un momento de crisis, en el que no me pasaba por la mente algo de lo que pudiera escribir, y ustedes pudieran leer, desempolvé y moví una pila de libros, en un esfuerzo de encontrar algo que me “salvara”, que me “iluminara” y “mostrara el camino”.
Ahí, debajo de la pila de libros, los ojos de un hombre me miraban fijamente… era un tipo asiático subido en un columpio, con sombrero y gabardina, en una foto a blanco y negro, portada de una caja de un DVD. La cara me resultó familiar, y entonces leí lo que decía en la parte superior: “IKIRU”.
Y entonces reconocí que se trataba de aquella película del gran Akira Kurosawa, maestro entre maestros de la cinematografía, y el tipo en la portada era Takashi Shimura, un actor con un talento de proporciones míticas, equiparable con cualquiera de los que identificamos al día de hoy como los “más grandes de la historia del cine”.
Recordé aquella primera vez en que vi aquél filme, con mi hermano mayor, con escasos 12 o 13 años, no más, y la memoria hizo que mi cuerpo reviviera aquella sensación de asombro al ver la capacidad histriónica de Takashi en la pantalla, e inclusive lo que mi mente pensó en aquel mágico momento: “quiero poder hacer eso yo también… quiero ser actor.”
Volví a leer el titulo de la obra de Kurosawa: “IKIRU”… y pensé en lo que significa en español: “VIVÍR”. Y entonces, como vil rayo a la cabeza, la idea surgió… “voy a contarles cómo Takashi me enseñó a vivir a mí.” Porque 13 años más tarde, aquí estoy, egresado de una facultad de teatro, todavía persiguiendo aquel sueño de poder hacer una vida de la profesión actoral.
¿Cómo me encuentro hoy en día escribiendo en un periódico en línea y, encima, sobre deportes? No lo sé… lo que si sé es que este encuentro con Takashi no fue coincidencia: al teclear su nombre en el buscador de internet, apareció su fecha de nacimiento, “12 de marzo”. Y decidí que era el mejor día para recordarlo, para demostrar que no sólo en Hollywood se encuentran actores memorables, y que, comúnmente, “famoso” no es sinónimo de “mejor”.
Cuesta trabajo creer que su participación en películas como “Los Siete Samurai”, “Vivir”, “El Ángel Ebrio”, “Kagemusha” y demás no se conozcan lo suficiente, aunque su huella sigue ahí… por ejemplo, hablando de la película sensación de éste año: “Godzilla vs Kong”… ¿Sabían ustedes que Takashi Shimura fue el protagonista del primer filme sobre Godzilla? Su título fue “Gojira” y la dirigió el maestro Ishiro Honda.
En fin, no quería dejar pasar este día, en otro aniversario más de su vida, para recordar al gran Takashi Shimura, ese “ícono silencioso” que está presente en nuestra cultura actual, aún sin darnos cuenta. Y de paso agradecerle, con este breve escrito, el que me haya ayudado a tomar la mejor decisión de mi vida: ser actor.