Derecho a la eutanasia a mujer con enfermedad incurable y degenerativa en Perú
(LeMexico) – Este jueves, una corte de Perú ordenó al Ministerio y al Seguro Social de Salud de ese país, “respetar y atender” la petición del caso particular de Ana Estrada Ugarte, quien padece poliomistiosis -una enfermedad incurable y degenerativa-, “de poner fin a su vida a través del procedimiento técnico de la eutanasia”, pero rechazó que se elabore un protocolo para casos similares.
Dicho fallo es histórico en el país andino, debido a que su Código Civil penaliza este acto con hasta 3 años de cárcel, además de que, por ser un país mayoritariamente católico, la Iglesia rechaza la aplicación de la eutanasia en algún miembro de la población. No obstante, a pesar de esta resolución, los organismos de salud todavía tienen un plazo legal de 72 horas para apelar, aunque aún no se han pronunciado públicamente.
A Ana Estrada, una psicóloga de 44 años, le fue diagnosticada esta enfermedad desde niña y, a pesar de que ha luchado contra ella gran parte de su vida, desde 2015 comenzó con complicaciones a tal punto de estar hospitalizada por un año. Desde entonces, permanece en cama casi todo el día, con cuidados médicos las 24 horas y en las noches debe estar conectada a un respirador.
Asimismo, aunque Estrada ha señalado que no quiere morir y que se siente todavía en un momento de plenitud, ha confesado que el fin de esta batalla judicial fue buscar “la garantía de parte del Estado para elegir cuándo y en qué condiciones morir”.
Por ello, tras conocer este fallo, Ana agradeció públicamente a este juzgado “por la sentencia a favor de mi libertad”.
“Dedico este primer logro a las que no se les escucha. A las niñas, adolescentes y mujeres que tienen que callar o han callado. A las madres, hermanas, hijas y amigas de las que mataron o desaparecieron. ¡Justicia para todas!”.
Cabe señalar que en América Latina, solo Colombia ha despenalizado la eutanasia desde 1997, mientras que en México, el año pasado, el diputado morenista en el Congreso capitalino, Ricardo Fuentes Gómez, propuso una modificación al artículo 4 constitucional a fin de que la eutanasia sea considerada como una “muerte digna”.
Esto, a pesar de que en la Ciudad de México, desde 2008, está vigente la Ley de Voluntad Anticipada, la cual permite a los capitalinos tomar la decisión de ser sometidos o no, “a medios, tratamientos o procedimientos médicos que pretendan prolongar su vida cuando se encuentre en etapa terminal y, por razones médicas, sea imposible mantenerla de forma natural, protegiendo en todo momento la dignidad de la persona” (Artículo 1).
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