Mercado negro de animales exóticos en WhatsApp

(LeMexico) – Las leyes de protección animal mexicanas e internacionales en nuestro país son una burla, pues, desde la comodidad de una app puedes comprar hasta tigres y leones, con envío a toda la república.

La imposibilidad de Profepa y Semarnat de realizar sus actividades de protección a animales exóticos, ha dado pauta a la transición del mercado negro de animales a las redes sociales. Desde WhatsApp, Facebook, que son las más utilizadas por los traficantes, puedes pedir monos zarahuatos, monos araña, tucanes, guacamayas, mapaches de Cozumel. Todos ellos, especies en peligro y protegidos por la Norma Mexicana 059 (NOM-059), que tiene en su haber 535 especies en peligro de extinción, 1183 sujetas a cuidado especial y 912 amenazadas.

Los pericos van desde los 3,000 pesos. Desde el 2008, Profepa restringió la venta o posesión de loros, guacamayas y pericos a personas mayores de 10 años. Cualquier niño de pueda leer y escribir puede ingresar a un chat de WhatsApp. El loro cabeza amarilla es de los más traficados por su capacidad de hablar, alcanza hasta los 7,000 pesos.

El tráfico ilegal de animales puede llegar a 9 años de cárcel si el animal revendido, se encuentra dentro de alguna categoría de peligro o riesgo de acorde con el artículo 420 del Código Penal Federal. Pero, ¿quién persigue o castiga a estos delitos?

En apariencia, nadie, pues la Profepa, organismo gubernamental encargada de la protección de especies animales, está sobrepasada para cumplir con dichas funciones de denuncia y resguardo. En conjunto con las autoridades judiciales, imponen multas y castigos muy laxos a los traficantes que logran capturar. Por eso lo hacen, es un negocio de bajo riesgo y con muchas ganancias. Renata Cao, especialista en gestión ambiental del Fondo Mundial para la Naturaleza, la WWF en México, reconoce el aprovechamiento sustentable de la vida silvestre, siempre y cuando no pongan en peligro a los animales.

No hay forma de que las especies no estén en riesgo, pues al ser capturadas solo tienen dos opciones: que se atrape al traficante dejándolas abandonadas en jaulas, transportadoras, probablemente recuperados por Profepa quienes no tienen ya espacio en sus centros de custodia, ni el presupuesto para la alimentación y atención médica veterinaria de los mismos y, muchas veces estas especies son reingresadas al mercado negro para su venta de nuevo. La segunda opción es que el comprador se canse del animal una vez que haya dejado de ser un manso cachorro y se vuelva un riesgo y un gasto impagable y termine abandonándolo o matándolo.

México ocupa el primer lugar de especies en peligros de extinción en toda américa Latina. Esto, bajo el ojo de organismos internacionales de protección animal, que no pueden hacer más pues su jurisdicción no lo permite. En el presupuesto de Egresos de la Federación, desde el año 2017, Profepa ha sido víctima de una reducción de ingresos apabullante, que los deja inservibles a tomar cualquier acción. Se ha visto hasta el cansancio que para la administración actual, el tema ambiental no es de importancia.

Sin embargo, las acciones más significativas ante estos actos que atentan contra la vida son los que realizan los usuarios y compradores, al hacer una consciencia real de que el animal, cualquiera que sea, fue arrebatado de su familia, manada, hábitat. Su lugar y su naturaleza no son en un departamento, el patio de una casa, una jaula o la azotea.

El ser la especie “racional” sobre este planeta no nos hace dueños de las demás. ¿Estarías dispuesto a denunciar alguna página o grupo donde comercien con animales? De ser así, envía un correo a [email protected] o al teléfono 01-800-770-33-72

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