¿Por qué obispo de Tamaulipas dice que “usar cubrebocas es no confiar en Dios”?

(LeMexico) – Llevar cubrebocas al salir es una responsabilidad social que todos debemos cumplir y debe convertirse en un hábito junto con la higiene de manos y la distancia saludable. En otras palabras, “el cubrebocas es un utensilio que deberíamos utilizar todos”, expresión que se ha vuelto habitual en el lenguaje de los expertos.

Su uso no causará efectos secundarios, toxicidad o daño a los usuarios y tiene la ventaja potencial de evitar la propagación del COVID-19, ya sea que viaje en transporte público, se dirija al supermercado o deba subir al ascensor, el cubrebocas es un aliado para mitigar los casos de coronavirus.

Las mascarillas son obviamente esenciales para protegernos a nosotros mismos y a los demás del COVID-19, pero no a muchos les gusta usarlas. Aseveran que les calienta el rostro, son incómodas, producen complicaciones para poder respirar, empañan las gafas, esconden las expresiones faciales y dificultan la comunicación.

Aunado a estos malestares e inconformidades, hallamos a aquellos que promueven el “no uso de cubrebocas”. El obispo Antonio González Sánchez en Victoria, Tamaulipas, dijo en su sermón de este fin de semana que el uso de mascarillas como medida preventiva “es una clara señal de que los creyentes no creen en Dios”.

Vamos a pedirle a Dios que esto ya pasé, deseo fuertemente pronto poder verlos a ustedes sin esa cosa que traen en su cara, lo deseo fuertemente. Yo sé que eso es necesario, lo sé, pero perdónenme lo que voy a decir. Si dice el dicho ‘ayúdate que yo te ayudaré’, y me queda muy claro. Pero para mí, a nivel persona, el famoso cubrebocas es no confiar en Dios“, indicó durante el sermón.

De acuerdo con recientes investigaciones y nuevos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés) muestran que usar doble cubrebocas puede mejorar significativamente la protección contra el COVID-19.

Finalmente, a pesar de las diferentes posturas vinculadas al sí o no uso de cubrebocas, debemos mantener la calma y asumir la responsabilidad de esta enfermedad. Esto se superará, pero debemos hacer nuestra parte: mantenernos aislados, llevar cubrebocas, mantener y mejorar el sistema de higiene.

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