La ONU lanza alerta de contaminación del río Santiago en el Foro Internacional del Agua #Water2me

(LeMexico) – “En Jalisco tenemos el Río Santiago, un río cuya salud como ecosistema está absolutamente quebrado. Hemos transformado el agua, de elemento clave de vida a vector de enfermedad y muerte más destructivo que jamás ha conocido la humanidad” – Arrojo.

Pedro Arrojo, nuevo relator de las Naciones Unidas para el Derecho Humano al Agua Potable y Saneamiento, fue quien hizo mención de la denuncia presentada desde hace años por los habitantes, la cual ni las autoridades estatales ni federales han resuelto. Esto, pues las causas del considerado Niagara mexicano son la prueba fehaciente de que el dinero puede más que la salud y el medio ambiente.

Antes, los pocos habitantes que quedaban a la cercanía, relataban que primero comenzaron a morir los peces, después los árboles frutales de mango, limones, plátanos y guayabas. Les siguieron las personas que morían de cáncer, enfermedades en los riñones, enfermedades respiratorias y en la piel. Los principales afectados fueron niños y mujeres embarazadas.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos, instó al gobierno mexicano a tomar medidas urgentes, pues en el agua se encontraron más de 1,000 sustancias contaminantes. Por mencionar algunas de estas sustancias: arsénico, cromo, mercurio, cadmio, níquel, plomo, benceno, xileno, tolueno y ftalato. El gobernador Enrique Alfaro Ramírez inició su mandato en 2018, brindando atención médica que ha beneficiado a 72,672 personas y priorizando las plantas de tratamiento residual otorgándoles un presupuesto de 2 millones, de los cuales el 80% se destinó a equipamiento y servicios, es decir, a la vigilancia de la contaminación, con un 4% de ese presupuesto es que se dio el servicio médico.

Por supuesto, las medidas no han sido suficientes. No se están enfocando en el origen del problema, el gobernador Alfaro aún no sabe cuál es el agente contaminante, así que prometió una investigación exhaustiva. El problema es que esta investigación excede los recursos estatales, dicha investigación debería ser parte del gasto del Gobierno Federal, las descargas en los cuerpos nacionales es competencia de dicha entidad. Además, el gobierno estatal no tiene injerencia ni capacidad para hacerle frente a la zona industrial del río Santiago, de iniciativa privada extranjera, quienes generan empleos y atienden a las obligaciones de los tratados internacionales a costa de la salud de la población y del medio ambiente.

En la administración de Felipe Calderón, los ciudadanos crearon un movimiento para exigir la intervención federal y declarar en estado de emergencia el río Santiago, a lo cual recibieron la contundente respuesta de Juan Rafael Elvira Quesada, en aquel entonces secretario del Medio ambiente: “El Gobierno federal no puede aprobar la declaratoria de emergencia en el río Santiago en su paso por los municipios de El Salto y Juanacatlán, porque se verían afectadas las inversiones privadas en la zona.

Ya ha pasado un año desde que la CIDH emitiera sus recomendaciones urgentes al estado mexicano y nada ha cambiado, se siguen afectando a 18 municipios colindantes al de Santiago, en total una población de 4 millones de habitantes. El experto español, Pedro Arrojo, relator de la ONU, además de este tema, habló de la mercantilización y comercialización de los mantos acuíferos, lagos, ríos y cenotes en México, acciones que cada día son más preocupantes, alarmantes y permitidas por las autoridades.

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