De qué lado en el medio ambiente está el presidente ¿a favor o en contra?

Al parecer la tecnología nueva y saludable en pro del medio ambiente no va con un gobernante sexagenario de visión obsoleta. Sus proyectos insignia apuestan por una mejora económica, pero con serias repercusiones ecológicas.

Ya dos años de la presidencia de Andrés Manuel López Obrador y no ha entrado al dialogo sobre sus proyectos, hasta el momento los más representativos y contundentes: Tren Maya y la Refinería Dos Bocas, ambos proyectos irregulares en información de acuerdo a lo que él planteo, con lo que será. Perjudiciales para el medio ambiente, con una contundente opinión experta fuera de su gabinete, mientras él los defiende a capa y espada con sus otros datos.

En ambos proyectos se emplearán combustibles fósiles dañinos para la salud humana, mientras la tendencia mundial impulsada por datos y avances tecnológicos con una demanda del 80%, es una conversión ecológica que vela tanto por el ecosistema como por la humanidad.

Para empezar, las refinerías petroleras tienen las tareas de extracción de gasolinas, diésel, asfalto, gas, aceites de lubricación y otros destilados, además de generar emisiones como el hidrocarburo aromático que ha sido agente causante de cáncer. 800 personas por hora mueren en el continente americano por la inhalación de estas partículas contaminantes, entre otras.

El impacto ambiental del Tren Maya, será irreversible, en LeMexico, en periódicos nacionales, noticiarios mexicanos e internacionales, de las voces de expertos, se ha hecho esta advertencia. Con tal de impulsar la economía de los estados del sur, es que el presidente mantiene el proyecto, estados que en estos momentos están bajo el agua debido a los recientes huracanes, la fuerza de su impacto y devastación se debe a que la emisión de gases de efecto invernadero, han aumentado desmedidamente. Aun así el famoso tren correrá en su mayoría con diésel, que en su uso produce más gases que incrementan el calentamiento global y modifica las condiciones atmosféricas y climatológicas, es un ciclo sin fin.

Además, los tramos por dónde pasará el tren, afecta hasta 12 áreas naturales protegidas, amenazando a 100 especies de mamíferos y 350 tipos de aves. El permitir que se realice este proyecto, tendrá la atracción de turistas y de habitantes foráneos a la localidad. Estos necesitaran de servicios, para esos servicios se tendrá que ocupar más espacio del hábitat a lo largo del recorrido, un mal manejo de residuos, incremento de humanos en hábitat de animales, mayor caza ilegal, mayor generación de basura… en fin, ¿se entiende lo dañino que será para la naturaleza, la flora y la fauna, el paso del hombre en este territorio?

El patrimonio cultural del sur también está en riesgo, no se niega que gracias al proyecto se realizaron las investigaciones correspondientes para el hallazgo de hasta el momento 1800 nuevos sitios enterrados aún, pero el manejo que se le ha dado en general a todo el proyecto y la falta de recursos para el tema ecológico y cultural, ¿podremos confiar en que los restos arqueológicos se traten con el debido cuidado?

La ONU participo en la etapa de consulta a los pueblos indígenas, brindando su apoyo al proyecto de reurbanización resultado del Tren Maya. Sin embargo, los acuerdos de esas sesiones no están siendo respetados, a la fecha el organismo internacional ha pedido al gobierno mexicano detenga las obras del proyecto al estar omitiendo los derechos de las comunidades indígenas. El no presentar Manifiestos de Impacto Ambiental que realmente muestren cómo es que el proyecto resarcirá los años que causen porque no es posible que lo hagan, de ninguna manera significa un cuidado de la diversidad mexicana.

Así que, juzgue usted, querido lector, entendiendo el ciclo suicida que estamos haciendo al atacar el medio ambiente, esta pandemia es prueba de ello, del abuso de los recursos naturales, entonces, que nos deparará si seguimos poniendo la economía y el progreso por sobre el equilibrio ecológico y natural.

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