¿Y cómo va el Tren maya?

¡Chu-chu! Abran paso a las últimas novedades de este proyecto insignia de la administración obradorista, el Tren Maya.

Los madereros locales se han resignado a estar fuera del proyecto, pues el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), dijo que para los durmientes del tren, es decir, las estructuras transversales de las vías del tren que van de lado a lado para mantener a una distancia fija y unida las vías, declaró el fondo que se optará por la opción de concreto, pese a que la Organización de Ejidos Forestales de la Zona Maya de Quintana Roo realizó una propuesta para hacer los durmientes de madera y así beneficiar a las comunidades locales que, año tras año, refrendan su compromiso de aprovechamiento sustentable de la selva.

La directora técnica de la organización, Victoria Santos Jiménez, considera que realmente el Fonatur y su director, Rogelio Jiménez Pons, nunca consideraron parte del proyecto el ayudar a las comunidades mayas consumiendo su recurso maderable. Incuso recuerda que, en julio del presente año, Jiménez Pons, se reunió con miembros de ejidos forestales pidiéndoles una muestra de los durmientes de madera que ellos producirían, sin especificarles medidas o alguna especificación de lo que se requeriría para las vías.

Dos meses después, en la mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador informa contar ya con 38,576 durmientes de concreto. En el 2019, la Organización de Ejidos Forestales entregó en propia mano al presidente una carta con la solicitud para que los durmientes fueran de madera de la región. En total se colocarían 1.3 millones de durmientes, lo que significaría una derrama económica para la industria forestal maya. En ese momento el presidente accedió, pero no contaban con los cambios de planes.

¡Qué novedad! Un cambio más, como el combustible fósil que se usará para echarlo a andar, cuando inicialmente se expuso sería eléctrico en su totalidad.

En Campeche, cerca de la estación del tren, se empieza a plantear la creación de un complejo hotelero y cerca de la zona arqueológica de Edzná, informó el Secretario de Turismo del estado, Jorge Manos Esparragoza. Se permitirá la creación de cuartos de hotel a empresarios nacionales y extranjeros. En los días siguientes se mostrará el listado de quienes participaran en esta iniciativa, ya que, por el momento, el equipo de desarrollo analiza en que zona podrá ubicarse el complejo que signifique un menor impacto ambiental y en el patrimonio cultural de la zona.

El Fonatur dividió en cuatro secciones el tramo 5 del trayecto de Cancún a Tulum, los encargados de la construcción se obtendrán de 3 licitaciones, siguiendo el mismo esquema de las ya realizadas: pueden concursar empresas y empresarios a nivel internacional. Los concursantes deberán considerar que se realizarán trabajos de modificación terrestre pues en este tramo las vías deberán ir electrificadas sobre la carretera.

La primera licitación abarcará los dos primeros tramos: Cancún – Puerto Morelos y Puerto Morelos – Playa del Carmen, aquí la vía férrea será doble y para tráfico mixto. La segunda licitación va de Playa del Carmen – Tulum, atravesará la zona urbana de Playa del Carmen. La tercera licitación constará de la ingeniería básica del proyecto y la ampliación de camellones, que soporte la anchura del tren, 15 metros aproximadamente.

Por último, en Campeche, los pobladores se niegan a dejar sus casas para dar paso al proyecto, específicamente en Camino Real, La Ermita y Santa Lucía, pues los habitantes han vivido por décadas a las orillas de las vías, con todo y títulos de propiedad desde 1800. El tramo que les compete es el dos, para las constructoras ganadoras de la licitación Operadora CICSA S.A. de C.V. de Grupo Carso en conjunto con FCC Construcción S.A., las casas estorban.

Las familias y sus casas, han crecido con forme el paso de los años, al igual que las vías, inclusive han causado descarrilamientos y ha habido atropellados, pues hay algunas casas que están a 3 o 4 metros de distancia de las vías. Los tres barrios ya formaron un colectivo de rechazo del proyecto, a pesar de existir vecinos que ya aceptaron la reubicación. Pero para otros, puede más el recuerdo y la añoranza de las generaciones pasadas que la compensación que las grandes compañías les pueden dar. Aseguran que las autoridades mienten al decir que el 80% de los pobladores aceptaron irse, son menos.

No todos se oponen al tren Maya, pero consideran que hay otros lugares por donde podría pasar la vía y no sobre sus casas. Existe un convenio entre el proyecto y la ONU, del cual hay aun cabos sueltos sobre el pago de honorarios a los representantes de la organización internacional y contratos a empresas que en los documentos disponibles para la Ley de Transparencia, están tachoneados o no existen y esto ya fue corroborado por el representante de la ONU en América Latina. Aunado a eso, los habitantes de las tres colonias se quejan de que personal de ONU – Hábitat realizo censos y encuestas en el punto más agudo de la pandemia, cuando se supone debían evitarse aglomeraciones y mantener la sana distancia.

Aún continúan los censos y la labor de convencimiento para quienes están reacios a dejar sus hogares. Quienes ya aceptaron la reubicación piden una negociación justa. Durante los próximos meses se anunciarán las hojas de ruta del tren.

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