¿Y si dejamos de justificarnos, buscar culpables y equipamos al personal médico como se debe?
De acuerdo a reportes de Amnistía Internacional y la prestigiosa revista médica británica The lancet, México ocupa el cuarto lugar de fallecimientos de personal médico por COVID-19.
No queremos aplausos, no queremos medallas, no queremos bonos. Lo único que pedimos es el material para hacer un trabajo digno y no morirnos, y el reconocimiento del riesgo de trabajo a los compañeros infectados y muertos
Rafael Soto, enfermero del IMSS
En nuestro país, van casi 75 mil muertes por la enfermedad, un porcentaje es el personal médico, aproximadamente más de 1400 personas. Sí, se han hecho mejoras del inicio de la pandemia a la actualidad, pero el personal sigue demandando mejores equipos de protección y más personal capacitado para balancear las jornadas laborales.
“Este listado son francas mentiras“, declaró el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, y para el ejecutivo, pues consideran que la comparativa de nuestro país con otros no es equitativa. Algunos países no están reportando la cifra de muertos y mucho menos de personal médico. Para nosotros, se considera personal médico a enfermeros, doctores, camilleros y personal de limpieza que trabaja en hospitales y centros de atención. En otros países se tiene parámetros distintos.
“Sigue muriendo mucho compañero. Todos conocíamos gente con la que cruzábamos cada día en el hospital y ya no está“, es parte de la entrevista que concedió Rafael Soto, vocero de la Unión Nacional de Trabajadores por la Salud de México creada durante la pandemia a BBC Mundo. La directora de la OPS reconoció que se han registrado 570 mil contagios en el mundo de personal de la salud. En nuestra región latinoamericana han sido 2,500 casos. En México y Estados Unidos está el 85% de esta cifra.
Un día después del ranking de Amnistía, el 3 de septiembre, se colocó a México en el primer lugar de este listado, con 1,320 fallecidos. Después el gobierno actualizó la cifra a 1,410. Horas más tarde el gobierno mexicano quiso ofrecer una explicación – justificación dando otros datos de contexto que refutaban el listado. José Luis Alomía, director de Epidemiología, explicó que nosotros no podemos estar en ese ranking por las explicaciones ya expuestas al inicio: clasificación inexacta y países sin reportar muertos del frente de la salud.
Alomía dijo que el personal médico no sólo no presenta cifras preocupantes, inclusive se enferman menos que la población mexicana. En proporción el porcentaje de la población que es del sector salud es el 25% de habitantes totales, y de este sólo el 7% se ha infectado. Por último, dijo que la tasa de mortalidad es del 3.8% de acuerdo al Centro Johns Hopkins, la de todo el país es del 10.5%.
Pese a que las condiciones han mejorado del inicio de la pandemia a la fecha, pues al comienzo al no tener equipo lo reutilizaban varias veces y no estaban capacitados totalmente para atender a los pacientes por COVID19 y el personal que estaba al frente era muy joven e inexperto, aún faltan muchas mejoras. Sí, se les entrega más material, pero de mala calidad que se rompen fácilmente, la mayoría de este equipo proviene de China. Hace falta personal, pues las jornadas siguen siendo muy extensas y exhaustivas. Por miedo a represalias o a contagiarse, hay personal que con justa razón no quiere estar al frente de esta lucha.
“Hubo mucho derechohabiente que murió en su casa que no quiso ir al hospital. Al inicio, el gobierno decía que solo fueras al hospital si estabas en fase crítica. No se puede decir que las camas vacías en los hospitales son el gran triunfo de la estrategia de México“, concluye el enfermero Rafael Soto.
