AstraZeneca obtiene inmunidad legal

Debido a los recientes acontecimientos con sus ensayos de su propuesta contra el coronavirus, la farmacéutica AstraZeneca ha buscado protegerse en caso que esta no funcione.

Un funcionario de la Unión Europea reveló que ésta absorberá parte del costo de las demandas contra la empresa en caso que su vacuna presentase síntomas secundarios, todo en el debido límite fijado en los acuerdos.

Estos acuerdos dejan ver el plan entre dos grandes de la industria para protegerse mutuamente antes de que se emita un protocolo y jurisdicción de la “reponsabilidad de las vacunas“. Con esto tienen seguro que la UE absorba los golpes legales que pueda llegar a tener AstraZeneca. El acuerdo se llegó -según informes de Reuters mantenidos en el anonimato- por la disminución del costo de la vacuna para Europa.

Las molestias secundarias no son comunes en las vacunas y nuevos medicamentos, pero debido a “la carrera de las vacunas” propiciada por esta pandemia, los riesgos son mayores.

Técnicamente, este acuerdo es de sociedad, ya que comparte riesgos y mínimas ganancias a los contribuyentes, pues la farmacéutica no pagará más que una pequeña parte de lo correspondiente a las demandas, de igual manera si se presenta el caso de una indemnización que presente el riesgo de un desembolso mayor.

La farmacéutica Sanofi, cuyo socio es GlaxoSmithKline, no obtuvo estos mismos beneficios pues “no fue accesible con los costos“, según fuentes anónimas.

El precio fijado para la Unión Europea fue de 2,5 euros por vacuna (casi tres dólares) mientras que el precio propuesto por Sanofi fue de 10 euros. Aunque no lograron un acuerdo similar al de AstraZeneca, Sanofi vendió 300 millones de dosis por 324 millones de euros. La compra -no reembolsable- de AstraZeneca fue de 400 millones de dosis por 336 millones de euros.

Reuters reveló que un funcionario dictó con AstraZeneca una “definición estrecha de efectos secundarios” con el fin de limitar el reclamo y compensación aunque la empresa es técnicamente responsable de su vacuna.

AstraZeneca se aventuró a este acuerdo pues muchas otras propuestas de vacunas (incluída la rusa Sputnik-V) se negaron a colaborar al respecto de los costos legales pues los desarrollos suelen ser más prolongados que lo que se exige.

Aunque es responsabilidad de la empresa defender su proceso, producción e investigación de la dosis, la EU compartirá los gastos al respecto. No conformes, las organizaciones piden a las farmacéuticas abrir un fondo de indemnización por efectos secundarios inesperados.

Las farmacéuticas incluso sin este acuerdo están bien protegidas porque los que demandan “la ley les exige probar el vínculo entre la enfermedad con la vacuna que ellos dicen la causó“. En el caso de la vacuna rusa, el país declaró que llevará con los costos y responsabilidades en caso de que algo salga mal.

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