#RIPJKRowling, cuando la cancelación sigue y va más allá

Una vez más los internautas tuvieron en el ojo del huracán a la escritora inglesa J. K. Rowling debido a la nueva entrega de su saga policiaca: True Blood.

Bajo el seudónimo de Robert Galbraith, es como Rowling escribió la quita entrega sobre las aventuras del detective Cormoran Strike. El diario británico The Telegraph publicó una reseña de este libro y adelantó que para este título el villano será un hombre que se disfraza de mujer para poder asesinar a sus víctimas.

El meollo del libro es la investigación de un caso sin resolver sobre la desaparición de GP Bamborough en 1974, que se cree fue víctima de Denis Creed, un asesino en serie travesti, comenta Jack Kerridge en su reseña, y agrega …  La moraleja parece ser: nunca confíes en un hombre vestido de mujer.  Ante esta aseveración los internautas enloquecieron. El libro sale el día de hoy a la venta, pero los críticos de Rowling que aún no leen el libro desde ayer colocaron el hashtag #RIPRowling como tendencia mundial, como señal de que su carrera de escritora estaba muerta.

En este post, la usuaria, Nicky Clark, indica que este tipo de conducta no es activismo, es bullying.

Y por supuesto, como siempre, hubo opiniones divididas, algunos de manera tajante, desean cancelar las redes de la escritora y continuarán con su quema de libros cual cacería de brujas.

Otros exponen y separan a la artista de su obra. Como consumidores de cultura, ya lo hemos hecho antes en varios casos, como en el caso de Octavio Paz. Era sabido que Paz maltrataba a Elena Garro. Estos abusos están documentados en las acciones que ocurrieron a la vista de su círculo íntimo de escritores y amigos.

Gabriel García Márquez y su gran obra Cien años de soledad, llena de pederastia, incesto e infidelidades que el mismo García Márquez practicaba libremente al ser un aficionado a la tauromaquia. Elena Poniatovska narró que fue violada por el maestro Juan José Arreola. Los tan queridos Pacheco, matrimonio de José Emilio y Cristina, quien adoptó el apellido de su pareja, pues es lo que se estilaba antes. Se dice que Emilio golpeaba también a Cristina, a eso se atribuyó su separación. Así varios rumores de la élite intelectual que corren a través del tiempo y que en su momento nadie alzó la voz de manera tan lasciva contra alguno de estos autores.

Así que, ¿por qué algunos se espantan? Por supuesto que el denigrar o hablar mal de alguna persona perteneciente a un sector de la población no está bien, pero no son nuestras palabras, no tenemos injerencia como tal en las opiniones emitidas por otros y, como consumidores, tenemos la elección de seguir consumiendo el arte o no, hacer una búsqueda introspectiva de hasta qué punto me siento cómodo con continuar consumiendo este arte o no. De no estarlo, basta con no comprar más sus libros y publicaciones.

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