Las revistas “Nexos”, “Letras Libres” y la editorial Clío fueron subsidiadas por gobiernos anteriores

En la conferencia mañanera desde Palacio Nacional, el presidente López Obrador señaló tanto a Enrique Krauze como a Héctor Aguilar Camín como principales figuras de la cultura que recibieron desde el año 2006 subsidio por parte del Gobierno Federal. Especialmente señaló que Enrique Krauze estaba enojado porque ya no recibe millones de los contratos que tenía con el gobierno.

Las empresas editoriales de Enrique Krauze y Héctor Aguilar habían sido subsidiadas hasta el 2018 por más de 415 millones de pesos en los dos últimos sexenios, señaló el primer mandatario. Los proyectos señalados fueron las revistas Nexos y Letra Libres, así como el proyecto de investigación Clío. 

Dijo que la revista Letras Libres estaba subsidiada por el gobierno, pues además de la publicidad que le pagaban, le compraban 8 mil revistas cada mes, libros y “servicios de todo tipo”. Con lo cual se le pagó en total 90 millones.

Clío, otra empresa de Krauze, a la que se le encargaron incluso documentales, recibió 185 millones de pesos.

Por su parte, Nexos, de Héctor Aguilar Camín, recibió en el mismo periodo 87 millones de pesos. Pero sus ingresos generales fueron por más de 140 millones por otros servicios, como subscripciones de 7 mil ejemplares y “contratos de capacitación” que son desconocidos aún.

El presidente también se mostró indignado de que en el sexenio pasado la banca de desarrollo haya autorizado un crédito por 100 millones de dólares al diario El Financiero.

Explicó que cuando leyó la denuncia del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex) Emilio Lozoya no daba fe a esas palabras. Por ello, pidió al actual director de Nacional Financiera que investigara si esa declaración era cierta.

“Y es cierto. Es un crédito de 100 millones de dólares, unos 2 mil 400 millones de pesos. Si el presidente no lo sabía, qué lo van a saber la mayoría de los mexicanos. Por eso es muy importante la transparencia.”

Dijo que ejemplos como los anteriores revelan por qué los medios, con honrosas excepciones, están molestos con su gobierno.

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