A un año del ataque con ácido, saxofonista cuenta cómo lo ha vivido

Ser mujer, desgracia en México: son las palabras de María Elena Ríos. Vive con miedo, dolores físicos y del alma.

La saxofonista mixteca sobrevivió al feminicidio que orquestó el que fuera su pareja en aquel entonces, el empresario gasolinero y exdiputado del PRI, Juan Antonio Vera Carrizal.  En el ataque también estuvieron involucrados Rubiciel “R” y Ponciano “N. Estos dos últimos aseguran que recibieron la orden del diputado para lanzarle el ácido a Malena. El cuarto detenido es Rubén alias “el Charles”, quien se supone entregó el producto químico a los responsables de realizar el ataque.

El quinto implicado que aún no ha sido arrestado es el hijo del ex diputado priista Juan Vera Carrizal, un cabo suelto que en la reconstrucción de los hechos Malena pudo identificar. Así ha sido su vida en estos últimos meses, pequeños avances en su caso, de manera virtual, ya que por la pandemia se ha ralentizado todo el proceso.

En la fiscalía del estado de Oaxaca se levantó una moción para que no existiera fuero alguno que beneficie al exdiputado. Dejarán caer todo el peso de la ley ante el crimen que cometió, podrían darle hasta 45 años de cárcel.

No se sentirá tranquila hasta que den con el cómplice faltante, ella y su familia se sienten inseguros. Al salir a la calle tienen que mirar dos veces antes de poner un pie afuera, están pendientes del retrovisor y no pueden dejar atrás este pesar. También por la pandemia, sus terapias de recuperación se han detenido, ha recibido algunas pocas, pero el avance de mejoría ha sido muy lento.

Malena sigue vía remota la sesiones en el juzgado y puede ver su proceso ir lentamente. También sigue los casos de feminicidio que se han incrementado en nuestro país. Le asusta ver cómo día a día mujeres son asesinadas por crímenes pasionales llenos de odio y violencia y cómo es que nadie está haciendo un cambio realmente.

Se siente muy conmocionada por el caso de Danna, la joven de 16 años que fue asesinada brutalmente, calcinada, de quién el fiscal de Baja California resaltó de manera denigrante que estaba llena de tatuajes como insinuando que ella se lo había ganado.

¿Cómo es posible que se criminalice a una mujer por los tatuajes que ella misma decidió hacer en su propio cuerpo… pero nada sucede con la impartición de justicia en los casos de las personas a las que nos dañan y nos ponen tatuajes que nosotros no consentimos? A mí me tatuaron y yo no lo pedí.

María Elena Ríos

Pese a que ya hay detenidos y dentro de ellos el autor principal del ataque recibido, Malena siente y sabe que hay mucho por recorrer. Tiene días con altibajos, dolores y malestar físico, sin ganas de moverse. Desanimada, ve cómo figuras públicas, políticos, se han acercado para ofrecerle ayuda. Sin embargo, únicamente se han colgado de su caso como propaganda y mostrarse como personas sensibles que están para ayudar. Pero estas mismas personas hasta el momento ni siquiera la han llamado para saber cómo está.

Dentro de lo ganado que se ha podido realizar es que, gracias al caso se han tipificado en el estado los ataques con ácido contra mujeres. Malena ha descubierto una parte sensible, frágil y la vez fuerte. Además, tiene convicción que podrá salir adelante de este y cualquier obstáculo que se le presente a lo largo de su vida.  Todos los días trabaja con la empatía y paciencia hacia los demás principalmente con ella misma.

Hasta que no te pasa algo, no te das cuenta de lo grave que estamos como país, de la falta de justicia y valores… yo he aprendido a valorar mi vida y a los que me rodean. Aprendí que de verdad vale la pena vivir, porque yo no me quería morir y decidí no morirme.

María Elena Ríos

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