La defensa de Trump: la tercera noche de Mike Pence

Mike Pence, como militante, dejó de lado su papel de vicepresidente y protagonizó la tercera noche de la Convención Nacional Republicana y que se refrendará la participación de Trump y la del mismo Pence en la boleta del partido. Pence, un devoto evangélico, busca el voto de derecha religioso.

Pence busca la repetición en el cargo, si es que conserva la candidatura de la dupla que será votada el 3 de noviembre. El día de ayer tomó la palabra desde el Fuerte McHenry en Báltimore, que resulta un sitio emblemático, por ser el sitio que inspiró el himno nacional estadounidense.

A pesar de que Pence participó en el primer día del evento en Charlotte, Carolina del Norte, con el afán de confirmar el voto de los delegados para que Trump sea nuevamente el candidato, su ánimo no decae. El vicepresidente también presenció el discurso de Melania Trump en el Jardín de las Rosas al final de la jornada anterior.

Pence es un contrapeso necesario frente a las controversiales declaraciones de Trump. Es el hombre de la reputación intachable que representa al hombre religioso norteamericano.

Las dos figuras son opuestas, ya que Trump representa al “playboy” con tres matrimonios. Pence, por su parte, representa la imagen de un hombre tradicional que se niega a cenar con ninguna mujer que no sea su esposa Keren Pence.

Después de una noche en defensa de Trump, el vicepresidente tomó la palabra en un momento en que hay más de 178 mil muertos por el coronavirus. Esto, a pesar de que las encuestas muestran que dos terceras partes de los votantes estadounidenses se declaran descontentos por el desempeño ante la crisis por el coronavirus. 

El vicepresidente ofreció una promesa audaz al final: «Estamos en camino de tener la primera vacuna contra el coronavirus segura y eficaz del mundo para fines de este año».

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