La televisión produce espectadores, jamás podrá enseñar

El gobierno preparó canales en televisión y contenido, pero echó fuera a los actores principales de la educación: a los maestros.

“La televisión no cubrirá todo lo que ustedes dan en sus clases” es el rezar de directivos y supervisores a los profesores. A esto la pregunta obligada es: ¿Para qué echar a andar un plan escueto, mediocre y prácticamente sin sentido?

Desde el inicio de la pandemia hubo una cantaleta horrible y recalcitrante de parte de los directivos a los docentes: “¡No debe haber reprobados!” Esto, más que otra cosa, era una solución a priori de una meta sin camino. Al dar “una segunda parte” al plan Aprende en casa, los profesores e investigadores del país exigen ser incorporados como eje al plan escolar, escuchando sus experiencias y opiniones para completar el programa educativo.

Los profesores de todas las áreas a nivel nacional están asombrados de cómo el Gobierno, en conjunto con las cadenas televisivas participantes, armaron un plan curricular tan rápido en tan poco tiempo. Por ello, han pedido un informe de cómo elaboraron los materiales educativos que serán difundidos a partir del 24 de agosto del presente año.

Por si usted, querido lector, no está enterado de la dinámica profesional de un docente, permítame explicarle:

Un profesor tiene la habilidad y obligación de juntar y proporcionar una amplia gama de conocimientos en un año escolar. Estos son revisados y cotejados constantemente por las autoridades educativas. Antes de empezar el ciclo, en el escritorio del Director debe haber por cada profesor de cada asignatura:

  1. Planificación anual o correspondiente al ciclo
  2. Planificación trimestral (una por trimestre, o sea tres)
  3. Planificación para niños con barreras de aprendizaje
  4. Planificación semanal consecutiva y coherente
  5. Planificación diaria, por hora, semana, mes
  6. Todos los exámenes aplicados durante el ciclo escolar, así como todas las actividades

Este es el protocolo antes de iniciar un ciclo, con el fin de que el Director y Profesor sean una mancuerna para el proceso escolar.

Esta vez no fue así. En la programación educativa hay contenido que no corresponde con el mapa curricular, que no conlleva un seguimiento práctico-teórico y peor aún, soslaya a la población estudiantil con barreras de aprendizaje. Con todo, el Gobierno ha lanzado, orgulloso, una programación escueta, sin próposito y animosa de tensar a padres, alumnos y maestros.

De allí que la petición secundaria con esta carta es la rendición de cuentas por parte de SEP acerca de los procesos y metodología, estrategia y basamento curricular del que echaron mano para construir “el plan” educativo. Esto con el antecedente de Televisión Educativa, que si bien, ha hecho cosas dignas, hay más malas experiencias didácticas y de contenido.

Se pide concentrar un grupo de especialistas en educación y tecnología para elaborar materiales educativos amenos, didácticos y con soporte técnico pedagógico.

Todos los profesionales de la educación coincidimos que la escuela no es un lugar específico, sino un contexto social de interacción entre alumnos y profesores. A parte, no todo el conocimiento viene de un aula y un proceso riguroso, por lo que se puede aprender matemáticas en un lugar llamado escuela y se debe aprender a dar las gracias, pedir por favor y disculparse en la casa.

Un nutrido colectivo de especialistas, académicos, investigadores y profesionales de la educación envió una epístola al Presidente Andrés Manuel López Obrador y al titular de la SEP, Esteban Moctezuma Barragán. Algunos prestigiosos nombres que firman la carta, representantes del magisterio nacional son:

  • Teresa Garduño Rubio, Psico-Pedagoga y Maestra en Ciencias de la Educación y Doctorado en Letras, Fundadora y Directora del Instituto de Investigaciones Pedagógicas y de la Escuela Activa Paidós
  • Manuel Gil Antón, miembro del Colegio de México, (COLMEX) y Doctor en Ciencias con especialidad en Metodología y Teoría de la Ciencia, egresado del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados (CINVESTAV)
  • Jorge Alberto Chona Portillo, Académico en la Benemérita Escuela Nacional de Maestros
  • Elsie Rockwell, historiadora y antropóloga mexicana, y especialista en investigación educativa del DIE-IPN

Ellos sostienen que la televisión sólo produce espectadores, pero no aprendizajes y conminan al Presidente, en pocas palabras, a que: desista con el proyecto e ideemos algo mejor.

La tesis principal de los académicos es esta: «Es indispensable regresar a la escuela y sin duda este retorno no es a través de internet o la televisión, como quedó demostrado con el programa Aprende en casa y como tampoco lo será con la segunda parte del proyecto. ¿Por qué? Son muchas y diversas las respuestas».

Esta valoración reside en el hecho que la escuela es un lugar de mediación social, por lo que debe ser puesto a favor del maestro, principalmente. La televisión -indican los expertos- “debe ser puesta al servicio de la solidaridad, armonía y ciencia”.

La educación es un proceso social y se aprovecha más el proceso enseñanza-aprendizaje cuando hay interactividad e intersubjetividad, eso no lo proporciona la televisión.

La estrategia de “Los libros del rincón” fue un excelente plan pero con un grado de aplicación algo aletargada, pues aunque los libros estaban allí, no producían lectores ni aprendizaje, tenían que ir acompañados de una estrategia por parte de los profesores. Esto expuso aún más el hecho que «La mediación pedagógica del docente es indispensable. Sin las maestras y maestros, las niñas, niños y jóvenes no logran construir los aprendizajes esperados».

Por lo tanto, se exige a la autoridad hacer caso y tomar consejo de “la experiencia de los y las docentes que consolidaron sus estrategias de comunicación verdaderamente educativas en el aula antes de la pandemia”, de lo contrario no habrá resultados.

Hay que entender que los alumnos en sus casas tienen más distracción que en la escuela. Por ello es necesario plantear un aprendizaje significativo. Es decir, en su contexto y realidad, que solucione problemas, que entienda de proyectos, sea transversal y multidisciplinaria, no sólo un “te enseño, aprendes, te evalúo”.

Otro problema de este “nuevo modelo” es la diversificación de situaciones educativas, no es lo mismo el contexto urbano que rural, desde tener luz, hasta pensar en aprender y no ir a trabajar el campo para ayudar a los padres. Son cosas que parece ser a la SEP se le están yendo de las manos.

Es clara la presión que el gobierno se ha impuesto para inicar cuanto antes el ciclo y “no perderlo”, pero no es lo mismo empezar rápido que empezar bien. Tampoco es lo mismo “empezar” en CDMX que empezar en la sierra de Oaxaca. “Es necesario pausar esto, analizar y construir una propuesta que garantice una buena escuela para todas y todos”, pide el documento.

Por último, agregaron un exhorto al Gobierno y a autoridades educativas para pensar, “no desde un escritorio, no desde los adultos, no desde la pandemia y lo económico, sino desde los profesores, niñas y niños que integran el proceso educativo” en una escuela para todos, para generar un buen modelo y replantear la palabra escuela y llevarla a todos los contextos, construirla colectivamente.

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