Cambio climático literalmente abre la Puerta al infierno

El cráter Batagaika, en Siberia, de las zonas más inhóspitas de Rusia, ha crecido 10 metros cada año desde el 2010 como consecuencia del cambio climático.

Uno de los fenómenos geológicos más impactante en nuestro planeta es este cráter. Un registro detallado de 200.000 años de historia de la Tierra, no sólo en los tipos de árboles que alberga y sus capas geológicas. Los paleontólogos han hallado fósiles de hasta 400 mil años atrás, pertenecientes a mamuts, bisontes, alces caballos, etcétera.

El cráter ha emergido de poco a poco en esta región de clima rudo para los humanos, hay algunos habitantes cercanos que prefieren evitarlo, justo por el apodo que lleva. Su crecimiento ha sido constante debido a que en los años 60 hubo una tala masiva de árboles en él, lo cual lo dejó desprotegido sin la sombra de los árboles. Esto provocó el hundimiento del terreno. En los 80 las fuertes lluvias dejaron inundaciones en el cráter, esto provocó que se hundiese aún más. En los últimos años con las temperaturas más altas en el planeta, el hundimiento ha sido de hasta 30 metros.

La doctora en ciencias físicas y meteorología, Mar Gómez, declaró en su cuenta de Twitter:

En el 2017 medía un kilómetro de largo y 85 metros de profundidad, en este año sus dimensiones han llegado a un kilómetro de largo, 800 metros ancho y más de 100 metros de profundidad. Se han registrado fuertes ruidos desde su interior, se deben a los desprendimientos de tierra que hay en él, con justa razón los siberianos no quieren acercársele. Este cráter se ha vuelto tendencia por la publicación de la investigadora y al ser una de las huellas del paso fósil que estamos dejando lo humanos.

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