Fallece doctor altruista al negársele el servicio en su unidad de salud IMSS

El doctor Juan José Callejas Esponda, quien donara 5 mil caretas en los hospitales de puebla, falleció víctima de COVID-19. Deja a una madre enferma de la misma enfermedad y dos hijos huérfanos.

Al saber que sus colegas poblanos en zonas de escasos recursos no estaban recibiendo el equipo de protección necesaria, recorrió 300 unidades médicas rurales regalando caretas con su característica frase ¡Sonrian, yo invito! Así, justamente dibujando en él lo que a otros pedía en estos momentos difíciles y sobretodo frustrantes para los doctores: una sonrisa.

En su andar de apoyo es donde seguramente se contagió. A sus 41 años de edad se encontraba ya jubilado por el IMSS. En su segunda semana con la enfermedad se agravó su problema respiratorio y quiso internarse en la unidad La Margarita donde le rechazaron con el argumento de que no había camas. Regresó a su humilde casa en la capital de Puebla esperando se mitigaran sus malestares con un tanque que él compró y donde contagió a su mamá de 61 años.

Por parte de la Secretaria de Salud del estado, sus antiguos compañeros le hicieron llegar un tanque para uso de su mamá, Juan José grabo un vídeo con su celular para agradecer el gesto. Sin embargo, su condición continuó empeorando.

Finalmente el 29 de julio pudo ingresar al La Margarita en estado grave dónde lo trasladaron a la unidad San José sin que el IMSS diera explicación alguna de ese movimiento. Aún con su celular pudo grabar otro mensaje: no le tengo miedo a la muerte, no abandonen a mi familia, nos vemos en las estrellas.

Falleció el 31 de julio y el cuerpo fue entregado a la familia para ser cremado. No devolvieron el celular que usó para su última grabación y despedida. Su mamá se encuentra en estado delicado, después de la noticia se agravó su enfermedad, tuvo que pagar por la cremación y los trámites más de $18,000. Ni el gobierno ni el Sector Salud estatal se han pronunciado en apoyo a los familiares de quien desinteresadamente apoyara a otros, ya que no sólo fueron las caretas. Aunque estaba jubilado, Juan José atendía pacientes aún en la clínica San Bartolo.

Increíblemente el altruismo del doctor Callejas fue juzgado y ha sido parte de burlas por algunos, ya que dicen que por estar jugando al héroe dejó solos a su madre e hijos, que, si hubiese tomado una actitud egoísta como la mayoría estamos haciendo en la cuarentena, por ver a los suyos, hubiera salvado la vida misma. No se han detenido a pensar que con la protección y apoyo que él regaló miles de vidas más se han salvado… una joya más de la bondad de la humanidad que nos regala esta pandemia. Descanse en paz doctor Juan José Callejas Esponda.

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