Duda pone freno a la agenda LGBTQI+ en Polonia
El triunfo de Andrzej Duda trajo a Polonia un panorama moral, conservador y soberano.
La reelección del mandatario contra Rafal Trzaskowski fue un hito para Polonia. Aleja a las élites globalistas del poder y mantiene a la familia como “célula social indiscutible”. Su rival, el alcalde de Varsovia de un partido liberal europeísta y sumiso a Angela Merkel, pretendía otorgar las decisiones del país a la Unión Europea.
Con 51,2 % de votos a favor, participando más del 90% de los distritos fue reelegido. El partido político “Ley y Justicia” apoyó a Duda. Durante la contienda y lo que continúa hasta la siguiente ronda, medios españoles y occidentales han plantado una campaña de intoxicación contra el programa del conservador Duda.
En las publicaciones del diario “El mundo” se lee despectivamente acerca del programa de Duda como “la Polonia cerrada y rural”. Esto, mientras que al de Trzaskowski se le ensalzaba como “urbana y mayores índices de educación”, todo por el programa de género que planteaba.
Lo que los esbirros medios de Bruselas no dicen es que el programa de Duda se respalda por años de crecimiento económico, mayores sueldos al trabajador medio y campesino y la familia es una institución beneficiada por protección con ayudas fiscales y apoyo a la maternidad.
Fue destacado el desprecio que Trzaskowski mostró por las zonas rurales y tradicionales. Con una prepotencia sin precedentes y miradas por sobre el hombro, los “izquierdistas” de Rafal desecharon a la clase pobre para dar fondos sin límite a una agenda que sólo beneficia a algunos.
Duda visitó cada pueblo de Polonia, cada bosque y cada zona rural. Comprometido con los complejos polacos de valores morales, Duda permeó su campaña de bienhacer por los menos vistos.
El fin de Duda es realzar el Estado Nación “como fuente de viva protección de los polacos contra las élites financieras” que “echan veneno en el abrevadero” contra un gobierno que cuidó a la nación de 38 millones de habitantes registrando 1500 muertes de coronavirus. Por su parte “la españa progresista, incluyente y demócrata” no puede con más de 45 mil muertos.
El punto focal de Duda es el bombazo que metió a la escuadra LGBTQI+ al impedir que sus tesis de adoctrinamiento, amenaza y censura entraran a las escuelas puesto que el matrimonio “incluyente” y la adopción por parejas gays y lesbianas “jamás verá la luz en una Polonia, donde el patrocinio de la infancia es el núcleo fundamental de la acción de esta gobierno nacional”.
Otro detalle que impacta es que los tratamientos buco-dentales de los polacos están garantizados en el sistema de salud para los polacos, en lugar de dar esos fondos para la agenda LGBTQI+. En México, los servicios buco-dentales no están incluídos en los seguros de los trabajadores ante el IMSS, pero sí contemplan los gastos para los abortos, operaciones o tratamientos de cambio de sexo “siguiendo el modelo euro-progre socialista”.
Los medios socialistas irónicamente tildan a Duda como autoritario y antidemócrata aunque ellos sean los que influyen temor, odio y desprestigio al Presidente electo por el pueblo. El crecimiento del PIB creció 5 por ciento, el nivel de exportación aumentó considerablemente, hay mucho empleo y consumo interno, aparte de consolidarse como una economía en ascenso, aumentando el salario del 40 al 50% nacional. Su política de bienestar y sistema social son envidiables y tasan la edad de jubilación como una de las más cortas del mundo.
