Rusia confirma el hallazgo de los restos de Alexei y María, hijos del zar Nicolás II

El Gobierno ruso confirmó este viernes que los restos humanos hallados cerca de Ekaterimburgo en el 2007 sí pertenecen a dos de los hijos del último zar de Rusia, Nicolás II. Se trata de la princesa María y el príncipe heredero Alexei, emblemas de la dinastía Romanov.

Rusia confirma el hallazgo de los restos de dos de los hijos del zar Nicolás II, incluido el príncipe heredero. “De acuerdo con los resultados de los exámenes genéticos moleculares, los restos de dos personas, descubiertos en el verano de 2007 cerca del lugar donde yacen otros nueve muertos, pertenecen a la hija y al hijo de Nicolás y Alexandra Romanov“, anunció la experta del Comité de Investigación de Rusia, Marina Molodtsova, en entrevista con el periódico ‘Izvestia’, recogida por la agencia de noticias rusa Sputnik.

Además de demostrar el parentesco biológico “casi al 100 por 100” de María y Alexei, se piensa que cerca del lugar del hallazgo de 2007 podrían encontrarse uno o más sitios de sepultura de otros miembros de la familia real.

De igual forma, con esto se ha desmentido la versión histórica de que los cadáveres fueron eliminados mediante la aplicación de ácido sulfúrico y fuego.

Hace 102 años, la noche del 16 de julio de 1918 en un sótano de Ekaterimburgo, un grupo bolchevique fusiló al zar Nicolás II, último emperador ruso, junto a la emperatriz Alexandra Fiodorovna, las princesas Olga, Tatiana, María (19 años) y Anastasia, el príncipe Alexei (de 13 años), el médico de la corte, el ayudante de cámara del príncipe, la camarera Ana Demidova y el cocinero Ivan Jaritonov.

Los presuntos restos del zar y de su familia fueron encontrados por investigadores disidentes en 1979, pero por miedo a represalias, este hecho fue un secreto durante diez años y se hizo público en 1989 durante la Perestroika (una reforma política que tuvo como consecuencia la disolución de la URSS).

En 1998 estos restos fueron sepultados en la catedral de San Pablo y San Pedro, aunque la iglesia ortodoxa no los reconoció como pertenecientes a la familia real por falta de evidencia. En 2015 se reanudó la investigación y en julio de 2018 el Comité de Investigación ruso confirmó que los restos hallados en Ekaterimburgo eran de la familia Romanov y de su séquito. El hombre que fue identificado como Nicolás II tenía parentesco con el padre del último emperador, Alejandro III.

Por su parte, el director de la oficina de la Casa Imperial Romanov, Alexandr Zakatov, indicó que los representantes actuales de la dinastía, el duque Jorge y la duquesa María, no van a tomar acción de reconocimiento mientras la Iglesia Ortodoxa Rusa no diga su última palabra. Esto, pues en el 2000 los Romanov fueron canonizados por el Concilio Episcopal de esta institución y cualquier decisión afectaría a los creyentes de la familia real en su calidad de santos.

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