UNAM revela que la laguna de Bacalar está en riesgo

La principal amenaza de la laguna de Bacalar es la descarga residual proveniente de la agricultura y las aguas negras. Desde el 2017 la población hizo un llamado a las autoridades con esta temática que obviamente fue ignorado.

La icónica laguna de Bacalar en el estado de Yucatán, gracias a sus distintas densidades de arena ya que alberga el arrecife más grande del mundo de baterías de agua dulce, obtiene unas siete distintas tonalidades que hoy en día están en riesgo, el agua se ha tornado verdosa y café.

“El problema se agudiza porque esta laguna es parte de la cuenca hidrológica, que constituye un corredor transversal costero de flujo de aguas superficiales y subterráneas que conecta al Caribe con otros cuerpos de agua, y ahora se vierten grandes cantidades de nitrógeno y fósforo que favorecen el crecimiento del plancton, lo que ha derivado en el cambio de coloración”, explicó Luisa Falcón Hernández, experta de la UNAM.

El turismo desmedido ha sido parte de este problema, de recibir decenas de visitantes paso a 140 mil por año, la ocupación hotelera se incrementó en un 85%, recordemos que hace dos años el problema del sargazo en el Caribe mexicano incentivó la búsqueda de nuevos destinos turísticos, lo cual le dio la apertura turística mal controlada a la región, el incremento provocó la improvisación de hoteles y nulo control de residuos.

Sumado a esto, hubo un auge de asentamientos humanos irregulares que vierten sus residuos en la laguna. Tampoco ayudan los basureros a cielo abierto ni la regulación del uso de fertilizantes.

La investigadora ha estudiado por más de quince años los cultivos microbacterianos de Bacalar y descubrió el daño que están provocando todos los desechos humanos en la laguna.

Informó que, en Semana Santa, pese a la contingencia sanitaria, hubo incremento de paseantes que eran transportados en lanchas, las cuales, sin cuidado alguno, probablemente por desconocimiento, aparcaban sobre los microbialitos formados por las bacterias, rompiendo su parte viva, es decir provocando la erosión del lugar.

Anteriormente, el Canal del Pirata al cual pertenece la laguna en el corredor transversal costero, era una zona rica en arrecifes, microbialitos y manglar, hoy en día es sólo una barrera de sedimento.

La investigadora junto con su equipo y la Secretaría de Medio Ambiente trabajan para determinar las zonas de la laguna que deben ser considerados núcleos de conservación dónde no debe haber visitas y control de acceso restringido, también determinarán las zonas de lamentable perdida.

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