Las 1101 páginas de la nueva libertad económica

A lo largo de la historia, los intercambios libres y voluntarios han mejorado la situación de todos los involucrados sin excepción. El comercio libre es y será de las actividades más nobles para generar paz y abundancia entre individuos y países.

En materia de contenido, los intercambios en el mercado libre funcionan de la siguiente manera: las personas que venden productos valoran más el dinero que puede recibir por su mercancía y los compradores valoran más la mercancía que la cantidad de dinero que dan a cambio de ella.

Las transacciones en el mercado libre benefician a todas las partes, nunca es un juego de suma cero. El sistema de precios es el mecanismo que regula la cantidad de bienes ofertados y demandados, es como la válvula que sintetiza información de todos los agentes para liberar recursos de manera automática según las elecciones individuales de todos aquellos que participan en un mercado.

De esta manera, se va formando una gran red de intercambios en todo el país y a escala planetaria, generando ingresos, oportunidades, satisfacciones atendidas y millones de mercados para todo y para todos. En teoría, productores y compradores pueden decidir a quién vender y comprar dentro y fuera de su país para mejorar su situación inicial.

Esta pequeña introducción, viene después de que el Tratado de Libre Comercio (nuevo y renegociado), el cual entró en vigor el día de hoy y, con él, la generación de miles de empleos, de inversiones e intercambios voluntarios, que en medio de la pandemia sin duda dará un tanque de oxígeno por la gran contracción económica que se está viviendo.

Dentro del comercio internacional y sus instrumentos, las etapas de integración económica mejoran situaciones de millones de personas respecto aquellas que viven en políticas proteccionistas. Se generan mercados más abiertos y flexibles y aumentan las oportunidades para todos. No sólo en la ampliación de la oferta de bienes, sino que se genera una situación de bienestar en general.

La división internacional del trabajo y a la creación de bloques y regiones económicas es la mejor política para ayudar a generar ingresos, trabajo, riqueza y bienestar en medio de tanta incertidumbre. Sin embargo, caben hacerse ciertos cuestionamientos: ¿Es válido que el gobierno otorgue permisos para poder importar y exportar ciertas mercancías y satisfacer así nuestras necesidades?

Hasta ahora, el libre comercio aprobado por los gobierno de Estados Unidos, México y Canadá tiene 1,101 páginas llenas de regulaciones, prohibiciones y límites a los intercambios. Lo ideal sería que cada persona que así lo desee pueda vender y comprar bienes con quien quiera en cada país del mundo sin pedir permisos ni pagar impuestos, pues así se generan mejores condiciones de vida para todos.

El libre comercio es general, no parcial, es o no es. Se trata de que todos, hasta la gente con menores oportunidades, puedan vender su mercancías a otras partes del mundo de manera libre, no apegándose a 1,101 lineamientos para poder hacerlo. El comercio libre es sencillo y ágil, no engorroso.

El mercado será libre para todos o no será.

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