Otra restauración fallida
Falla la restauración de una copia de la famosa obra de Bartolomé Esteban Murillo, “Inmaculada Concepción”. El rostro de la pintura quedó totalmente desfigurado.
Bartolomé Esteban Murillo fue un pintor nacido en Sevilla, España. Sus obras pertenecieron al barroco y su formación fue durante el Naturalismo. Sin embargo, sus obras pertenecen, sin duda alguna, al Barroco con tintes de Rococó. Su notable influencia llegó hasta el siglo XVIII y sus obras fueron reconocidas no sólo en España. Este pintor es conocido por su obra la “Inmaculada Concepción”.
Un valenciano es el propietario de una copia de la inmaculada, que data del siglo XX. Hoy se encuentra perplejo al ver el resultado que tuvo el haber enviado a rehabilitar esta adquisición. Desafortunadamente, esta obra de arte se encuentra irreconocible.
Este hecho tan lamentable logra que esta bella pieza de arte pierda su valor y su sentido. La pieza mide 120 por 80 cm. Con el paso del tiempo y las mudanzas por las que había pasado el cuadro comenzó a oscurecerse. Por ello, el propietario la dejó en manos de un conocido para que la limpiara y donara el marco.
El propietario de esta obra menciona que cuando le llevaron el marco tenía una imagen que no se parecía en nada a la pintura que él tenía. Además, su conocido le aseguró que aún no le había hecho nada a la obra, que sólo era necesario limpiarla. Expresa que lo hizo recordar al Ecce Homo de Borja, pues el rostro de la pintura estaba totalmente desfigurado.
El conocido de la familia se llevó la pintura para restaurarla con un conocido. Sin embargo, el dueño expresa que fue peor al primer resultado. Por ello decidieron quedarse con la pintura y consultar a expertos para que intenten quitar las dos pinturas que colocaron sobre la original. Con suerte, esperan que quede algo de la obra de arte.
El coleccionista manifiesta la tristeza que esta pérdida le provoca por el valor cultural del cuadro y el valor sentimental que tenía. Expresa que esta persona siempre había restaurado sus muebles sin problema alguno, pero lamenta haber dejado en sus manos esta valiosa obra.
