Fonatur presenta ante Semarnat el Manifiesto de Impacto Ambiental para el Tren Maya en sus tramos 1, 2 y 3

“… el Tren Maya no tiene la obligación de solicitar una autorización ambiental, toda vez que no se trata de una obra nueva, sino de rehabilitación y mantenimiento…” Fonatur.

Las obras del Tren Maya iniciaron ya hace 14 días, ayer 16 de junio la Secretaria del Fomento al Turismo presentó la Manifestación de Impacto Ambiental, en su modalidad estatal, estará disponible un resumen a partir del 18 de junio en el sitio https://www.trenmaya.gob.mx/ambiental/, en los idiomas maya peninsular, ch’ol, tzeltal, tsotsil y español.

El tren Maya inició el proceso como parte de la estrategia del cumplimiento de la actual administración, incluida la legislación ambiental mexicana. Los trabajos iniciados por parte de las empresas que ganaron las licitaciones bajo estricta supervisión ambiental (no mencionan qué entidad u organismo supervisa), y con base a lo establecido en el artículo 6° del reglamento de la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente, LGEEPA.

Existen dos fases de construcción de los tramos ya establecidos. La primera etapa contempla únicamente los derechos de vía ya existentes. En la segunda se contempla los derechos de vía con vegetación y sin derecho de vía, por esta razón, la Semarnat otorgó una exención a la Manifestación de Impacto Ambiental, MIA, en los tramos que corresponden a lugares con derecho de vía existente. Por lo tanto es que el organismo turístico considera que el proyecto no tiene la obligación de presentar los estudios ambientales que avalen el manejo de esas áreas con “vegetación”.

El proyecto Tren Maya, en la ruta Palenque, Chiapas, a Izamal, Yucatán, correspondiente a los tres primeros tramos. En el caso de San Francisco de Campeche, los predios se ubican en el lado oriente de la vía, en las colonias Camino Real, Benito Juárez, Bellavista y Santa Lucía, donde se encuentra el cerro del Fuerte de San José el Alto, sin que se requiera afectar las propiedades situadas del otro lado de la vía. De cualquier forma, Fonatur emitió su comunicado el 10 de junio del Protocolo de Relocalización Consensuada, con base a estándares internacionales y avalado por la ONU.

En el protocolo se busca ayudar a las familias afectadas por el paso del tren, analizando varias opciones: la indemnización a quienes ya poseen otro inmueble fuera del sector, apoyo económico a quienes rentan, compra de inmuebles en el mercado de la construcción de casas por parte de Fonatur. Una vez finalizada la pandemia, Fonatur se reunirá nuevamente con los afectados, analizaran el estado de los inmuebles y se validará la disponibilidad de relocalización y la preferencia del grupo familiar de las diferentes opciones para que la entidad gubernamental la lleve a cabo.

Esperemos a ver la síntesis del manifiesto para conocer a detalle lo que la Fonatur tiene que decir al respecto del impacto ambiental, qué es lo que ellos o los organismos que avalan su estudio consideran como “vegetación”. Más de 159 organizaciones ambientalistas y en defensa de los pobladores que serán reubicados y las comunidades indígenas, no están a favor de este proyecto. Es decir que: ¿159 organizaciones y es que solo 1 organización, el Fonatur, está en lo correcto? ¿El gobierno federal actual está en lo correcto?

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