Nieve verde en la Antártida por calentamiento global – Universidad de Cambridge

La capa de nieve cubierta por algas es visible desde el espacio y es posible que se extienda.

Un grupo de investigadores por parte de la universidad de Cambridge, en conjunto con el British Antarctic Survey, con ayuda de imágenes satelitales del Sentinel 2 de la Agencia Espacial Europea, tomadas entre el 2017 y 2019 de la Bahía Ryder, Isla Adelaida y la Península Fildes, Isla Rey Jorge, se creó el primer mapa de floración de las algas de la Península Antártica, justo en la zona oeste del continente que es donde están las partes “más cáñidas”. Estas con temperatura arriba de 0 grados.

El reciente florecimiento de algas masivo se debe al incremento de la temperatura en esta zona. Esto les permite a los microorganismos crecer y realizar la fotosíntesis, esta invasión verde es factible que se expanda aún más si las temperaturas continúan incrementando. A pesar de que cada alga es de tamaño microscópico, al crecer se expanden adquiriendo un color verde brillante que ha podido ser visto desde el espacio. Es por eso que el satélite ha podido registrar este incremento de algas.

Las algas de nieve son un elemento clave en el cíclico del carbono, ayuda al continente austral en la captación del dióxido de carbono de la atmósfera, existen alrededor de mil 679 flores de algas alejadas a lo largo y ancho de la nieve abarcando 1,9 km2, el equivalente a un o sumidero. Un sumidero de carbono es un depósito que absorbe más carbono del que libera, 479 toneladas de carbono por año, aproximadamente unos 875 mil viajes en coche en el Reino Unido, dio a conocer Matt Davey, investigador y coordinador del Departamento de Ciencias de las Plantas de la Universidad de Cambridge.

La expansión del alga verde también se ha valido de la ayuda de las aves y mamíferos de la región, ya que su excremento ayuda como fertilizante natural y propicio para el desarrollo de las algas. Circundante a las colonias de pingüinos, anidación de las aves y dónde las morsas viven es donde existe más concentración de algas, el 60%. Un florecimiento de algas verdes de nieve reflejará alrededor del 45% de la luz que la golpea, mientras que la nieve fresca refleja el 80% de la luz que la golpea, por lo que aumentará la tasa de derretimiento de nieve en un área localizada. Gran parte de las algas de nieve están en áreas donde pueden extenderse a terrenos más altos cuando la nieve se derrite

El crecimiento se ve favorecido en superficies acuosas con la existencia de exceso de nitrógeno y fósforo y, por supuesto, con la ayuda del calentamiento global que incrementa la temperatura en la Antártida. Recordemos que, a principio de año, en febrero, se registró el día más caluroso en la Antártida con 18,3°, desde 1961 no se registraba una temperatura similar, la cual fue de 17,5°.

Debido a las condiciones en las que crecen, las algas de nieve son más resistentes y se cree que captan y aportan una mayor cantidad de dióxido de carbono de la atmósfera en comparación con otros tipos de alga como lo son las rojas y anaranjadas, esta teoría aún no ha podido ser probada. La alga su paso oscurece la nieve, lo cual evita que los rayos del sol sean reflejados, por lo tanto, hay mayor absorción de calor y más derretimiento.

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