¿Hay una polémica del New York Times con el gobierno mexicano por “la nueva normalidad”?

En el escenario próximo en el cual México, como el resto de los países, empezará a reabrirse, dos miembros del Colegio Nacional dieron declaraciones para el New York Times. Ante la ausencia de claridad en la estrategia del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, para combatir al COVID-19 y para regresar a lo que llama una “Nueva normalidad”, con la que se intenta regresar a su actividad a algunas actividades económicas, “solo incrementa la incertidumbre”.

Como ya le habíamos informado en una nota pasada, en LeMexico, sobre la polémica con el New York Times, los especialistas de la institución José Ramón Cossío y Antonio Lazcano dieron sus versiones al diario norteamericano: “ya que el gobierno no puede precipitar ese plan ni ser esquivo con los datos concretos: corre el riesgo de prolongar la crisis y aumentar las dimensiones de una enfermedad que ha ocasionado al menos 5,666 muertes”. Los expertos apuntan que “el gobierno en una democracia sana tiene la obligación de abrir a la discusión pública —a los ciudadanos y expertos— los análisis, premisas y datos” que usan para sostener sus elecciones. Resulta apremiante, puesto que el número de casos mantiene un incremento no controlado, ya que esta es la semana más negra en términos de infección y de fallecimientos en las estadísticas generales.

Estos expertos reiteran que “además de los problemas institucionales del sector salud, existen otros que tienen que ver con el análisis y representación de los casos de contagio y muerte”. En el comienzo de la pandemia, el gobierno mexicano considera que se podía vigilar con el Sistema Centinela para vigilancia epidémica. “Es innegable que apostaron por la inmunidad de rebaño, bajo la suposición de que cualquier brote de infección se extinguiría una vez que hubiera un porcentaje suficientemente grande de personas contagiadas que desarrollaran inmunidad ante la resistencia del virus”, señalan. Algo que no pronosticaron las autoridades es que el SARS-CoV-2 es un patógeno desconocido: a pesar de que los métodos de transmisión y reproducción del virus son parecidos a la influenza, el COVID-19 es mucho más infeccioso, ya que tiene una mortalidad alta.
Finalmente, ambos académicos del Colegio Nacional fueron severos al hablar de que “luego del aparente abandono del sistema Centinela, el gobierno ha empleado un modelo matemático en el cual ha intervenido el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) para su desarrollo”. Con la poca información dada a conocer, algunos técnicos y especialistas nacionales han señalado sus limitaciones ya que no se han hecho públicos datos específicos sobre su cálculo específico.

Los especialistas del Colegio Nacional declararon que “las autoridades deben compartir los supuestos en los que basan sus modelos, su parametrización y los algoritmos que se están usando para que sus premisas, metodologías, resultados y rangos sean analizados de manera crítica”. Solo así la comunidad académica podrá participar y, finalmente, colaborar para evitar daños mayores.

Ellos afirman que antes del regreso a la “nueva normalidad”, deberíamos todos tener acceso a los datos como población general. Ya que mientras no exista una vacuna que permita proteger al menos al 70% de la población, el virus permanecerá oculto entre la multitud y mantendrá su alto poder de contagio y mortalidad. Reiteraron que es “mucho lo que se ignora a nivel mundial del SARS-Co-2 y se espera que a esta primera oleada pueden seguir otras cuya intensidad desconocemos”.

Según las recomendaciones de los especialistas, el gobierno mexicano debe reconocer esto como también aceptar que el mundo dejó de “ser lo que fue” hasta antes de la epidemia. Ellos apuntan que “no podremos terminar el confinamiento sin practicar seguimiento de contactos y la aplicación de pruebas que nos otorguen certeza. Solo mediante el número de estas sabremos el número real de personas que están infectadas y en dónde planear un regreso escalonado, altamente regionalizado” discontinuo que evite el colapso de nuestro sistema de salud como en los países sudamericanos.

Los especialistas dejaron en claro que “aún estamos a tiempo de corregir los errores y omisiones del gobierno”.

Hasta el momento, ambos especialistas no han dado su opinión a medios locales y sólo podemos leer sus opiniones a través de la crítica del diario estadunidense New York Times.

La nota fue escrita en New York Times por Antonio Lazcano Araujo, profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM, y José Ramón Cossío Díaz, ministro en retiro de la Suprema Corte de Justicia e integrante de la Academia Nacional de Medicina de México.

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