Trump advierte y amenaza con retirar permanentemente los fondos de la OMS

Las controversias de la organización de Donald Trump en la región y a nivel internacional continúan. Ayer; lunes 18 de mayo, el presidente norteamericano, amenazó con cortar permanentemente los fondos a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y con sacar al país de la autoridad sanitaria internacional.

La mayoría de los medios estadounidenses creen que, con la suspensión del financiamiento se evoca o perfila a un distractor, para cubrir el fracaso del gobierno de Trump y, así hacer frente a la epidemia de coronavirus.

En una carta dirigida al director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, el mandatario pide comprometerse a realizar “mejoras sustanciales” en un plazo de 30 días.

“Está claro que los reiterados errores que han cometido usted y su organización frente a la pandemia [del coronavirus] han sido extremadamente costosos para el mundo “, escribió el presidente en su cuenta de Twitter.

Este no es un paso lógico del presidente; es un acto de autodestrucción. Debido a que, ante el complejo panorama, los países siguen ajustando las medidas para enfrentar la pandemia, en apego e inclinación al protocolo y recomendaciones de la OMS. Sin embargo, la administración de Donald Trump ha sido criticada por la falta de pruebas y de un sistema que identifique a los pacientes con coronavirus o haga un seguimiento de la propagación de la pandemia en todo el país, resultado del caso omiso a las sugerencias universales.

El año pasado, Estados Unidos contribuyó con alrededor de $553 millones de dólares al presupuesto de $6 mil millones de dólares de la OMS. Pero el presidente ha amenazado incluso con salirse del organismo porque “claramente no sirve a los intereses de la nación”, externó.

El temor de la premisa radica en la larga y peculiar trayectoria que ha caracterizado a Trump en la Casa Blanca, pues, bastaría con recordar y traer al campo de juego el que retiró a Estados Unidos de la Unesco, del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, del Acuerdo de París sobre el cambio climático o del pacto nuclear con Irán.

No es el momento ni para cuestionar al organismo ni para cortarle los recursos. El odio se está volviendo viral, estigmatizando y difamando a personas y a grupos. Las naciones; representantes y ciudadanos de todo el mundo, ahora, más que nunca, deben unirse contra esta enfermedad.

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