La cúpula empresarial de México se contagió en las pistas de Colorado
La enfermedad por COVID-19 se escribe en los hospitales del mundo entero, convertidos en zonas de guerra, irónicamente, en zonas exclusivas también sucede lo mismo. En el caso de México, ocurrió algo similar con las pistas de esquí de Colorado.
El registro de los casos confirmados señala el 22 de febrero como fecha de inicio. En ese momento, relatan los medios que un vuelo comercial llegó de Italia, iba en él el profesor de Mazatlán que trajo por primera vez el virus a México.
El resto de los contagios llegarían al país a través de vuelos privados desde la estación de esquí Vail, Colorado. Los vuelos en días sucesivos continuaron coincidiendo con el campeonato en Vail, incluidos dos vuelos donde se detectaron 50 casos de contagio por COVID-19.
Entre esos vuelos privados, aterrizó el 8 de marzo cierta facción de la clase empresarial y financiera de nuestro país después de pasar sus vacaciones en Colorado. Hasta el domingo 12 de abril del 2020, el coronavirus resultaba todavía algo ajeno que sucedía en un país asiático y que sólo se hacía mención en la sección internacional de los principales medios de comunicación en el mundo. Sin embargo, ese domingo aterrizó en Toluca el empresario José Kuri, familiar de Carlos Slim y parte del consejo de Inbursa, y Jaime Ruíz Sacristán, presidente de la Bolsa Mexicana de Valores. Las noticias indican que viajaron juntos en el mismo avión. Un mes después, Kuri sigue en estado grave y Sacristán, lamentablemente, perdió la vida.
El virus se extendió entre la cúpula financiera del país después de que el Banco de México confirmara que uno de sus consejeros también estaba contagiado.
Miguel Ángel Díaz, director general de Sistema de Pagos e Infraestructura de Mercado, no estuvo esquiando ni con el fallecido Sacristán, pero participó en la Convención Bancaria del 12 y 13 de marzo en Acapulco, donde el presidente Andrés Manuel López Obrador, el Secretario de Hacienda, los principales banqueros, políticos y economistas del país se relacionaron en temas nodales de economía nacional. Seguramente, esos días hubo mucho gel antibacterial pero ningún cuidado ulterior, ni se esperó guardar la sana distancia entre los implicados.
La estación de Vail, incrustada en las Montañas Rocosas de Colorado, no es una simple estación de esquí. Desde hace algunos años se ha convertido en el sitio de elección dentro de la élite mexicana para hacer deporte y entablar relaciones comerciales. La actividad deportiva de Vail ha puesto en riesgo a todo un sector de la vida empresarial del México.