Estados Unidos ya no es ejemplo a seguir
Por primera vez, en términos de salud o políticas públicas, México da una lección a Estados Unidos. Dolorosamente, el gobierno de Trump tuvo que retroceder ante la importancia de la enfermedad por COVID-19 sobre la economía norteamericana. Hace algunos días vi en algunos noticieros norteamericanos que hablaban sobre México como un país que aún no había alcanzado un número alto en contagios y que lo que veíamos era simplemente la anticipación de la llegada del virus como lo sufrieron los norteamericanos.
El primer caso por COVID-19 fue detectado en la unión americana el 22 de enero de 2020. Por su parte, el primer caso por COVID-19 en México se detectó el 28 de febrero de 2020, la diferencia ha sido sólo un mes. Eso no basta para pensar que en algún momento alcanzaremos en cifras a los vecinos del norte: hace un mes, el 18 de marzo ellos llegaron a 5,306 casos. Nuestras cifras de un mes de diferencia, 14 de abril, son de 5,014. Indudablemente, en cuatro días no crecerá la tasa en México como en Estados unidos. La cifra se duplicará como máximo dando un aproximado para el 18 de abril de 7,722 casos. Estados Unidos en el comparativo de los cuatro días llegó el 22 de marzo de 2020 con la cifra de 33,546 enfermos por COVID-19.
Así va la estrategia de salud en México. No hablaré del crecimiento exponencial de casos de contagiados en Estados Unidos que se dio posteriormente, porque ya conocemos que en este momento sobrepasan los 600 mil. Nuestro gobierno no privilegió la economía, sino la salud de sus gobernados.
Debido a esto, los partidos de oposición en México por vez primera no comparan a México con Estados Unidos porque no existe un argumento defendible o no quieren hacer el ejercicio mental inteligente. Por primera vez, Estados Unidos no es modelo a seguir.
Esto es una hipótesis y no una ciencia. Es una simple argumentación con base en el comportamiento de las cifras y las acciones entre personas. No soy especialista.
En estos días de encierro, siguiendo las estadísticas que dan algunos diarios españoles, me di a la tarea de constatar el modelo de contagios de México que hizo que descendiera del lugar número seis de la lista de países americanos con COVID-19 y llegó a ser superado por países como Chile con 17 y medio millones de habitantes, Perú con 31 millones de habitantes y Ecuador con 17 millones, una población mayor. En este momento estos tres países tienen cerca de 7 mil contagios en promedio y una densidad poblacional claramente menor.
Por otra parte, de forma puntual, el doctor Hugo López-Gatell ha estado reportando la progresión del COVID-19 en el país con un análisis de datos aproximado entre contagios y número de defunciones por día. Hay una inercia en ese registro oculto, en el progreso de la estrategia de combate al coronavirus basada en la prevención.
Hago esta interpretación con un valor estimado de 4 días por cada uno de los resultados justo porque al inicio, entre las fechas del 24 y 28 de marzo, entramos en la fase 2 de prevención del coronavirus. En ese momento, el índice se duplicó por los cuatro días subsiguientes, donde la pandemia no tenía restricciones. Cabe destacar que el 24 de marzo hubo 402 casos confirmados y 5 defunciones. Como tal, para el día 28 de marzo hubo un incremento de 848 casos confirmados por contagio de COVID-19 y un número de 16 defunciones. Si notamos estos cambios radicales en la estrategia de prevención y ponemos énfasis en el hecho de que a partir del 28 de marzo se generalizó la restricción de evitar el libre tránsito en las calles con lo cual hubo un decremento del nivel de contagios, vemos un cambio radical en la epidemia y la disminución fue la tendencia natural del virus en nuestro país.
El primero de abril vimos un número de 1,378 contagios con un número de 37 muertos. Dándole un seguimiento el proceso de contagio dentro de la sociedad podemos ver que el número de infectados, para el primero de abril con los cuatro días de diferencia que corresponderían a la primera cifra, finalmente no se duplicó. ¿Cómo fue esto? El primero de abril ya se ejecutaba la cuarentena preventiva entre la población. A pesar de que no se llega al número de 1,696 contagios, vemos una contención en el crecimiento exponencial del virus. Aparecen 300 infectados abajo con 1378. Esta disminución obedece a la serie de acciones pertinentes que se emprendieron con la ciudadanía desde que se detectaron los primeros casos. El indicador nos dice que hubo un decremento de 23% del 28 de marzo al primero de abril, datos obtenidos directamente de las cifras expuestas por el doctor Lopez-Gatell en su conferencia de la noche.
La situación, a pesar de lo adverso, se muestra con un indicador positivo, puesto que del 1 al 5 de abril existe nuevamente una disminución en el número de casos esperados, ya que se tenían contemplados por duplicidad para este día 5 de abril 2,756 casos de infectados por COVID- 19. Pero la cifra fue inferior, ya que para el plazo estimado de 4 días (1-5 de abril) sólo fueron 2,143 casos de infección. Más adelante, entre los 4 días siguientes (5-9 de abril) los casos aumentaron a 3,441 de infectados y 194 defunciones, ya que la tasa promedio de disminución de contagios, a diferencia de otros países, se estimaba en el 23% debido a las medidas establecidas por el gobierno federal y por la secretaría de salud. Haciendo un cotejo, la tasa de incremento se mantuvo en 20% con respecto al periodo anterior. Si se corrobora este dato y se mantiene la diferencia de un 3%, el número estimado de contagios será de 5,299 para el 13 de abril según mi estimación. Mi resultado no fue tan lejano. El día de ayer en la conferencia verpertina se estimó que eran 5,014 casos de enfermos por COVID-19 en México.
Estas son buenas noticias, es decir, ha habido 23% menos contagiados por coronavirus cada cuatro días. A diferencia de Estados Unidos que en un periodo comparable de cuatro días (18-22 de marzo), pasó de 5,300 a 30 mil casos en un periodo semejante de incubación y libre dispersión del virus. No hablaré de los días siguientes porque ya sabemos el resultado.
En conclusión, desde el momento en que entramos a la fase 2 de la contingencia sanitaria, el 24 de marzo de 2020, la población ha tenido una respuesta favorable. A pesar de la adversidad con resultados positivos. Este es el momento más importante de la tasa de contagios y del crecimiento entre la población del número de infectados por COVID-19, ya que nos encontramos en la cuarta semana dónde de forma natural, la mayoría de los países duplican su porcentaje de contagios por la movilidad de su población metropolitana dentro de sus fronteras. Otro caso fue el tiempo que tardó un país como Estado Unidos en aceptar la estrategia de contención hasta el 22 de marzo que se declarara cuarentena en Nueva York y California, sin ser generalizada en todo el país.
Hoy puedo decir que la política de salud de Estados Unidos sigue el patrón del dinero y la economía, no el de la humanidad.