China da luz verde a tratamiento para el coronavirus a base de bilis de oso

La inyección llamada Tan Re Qing está indicada para las enfermedades respiratorias, en especial la neumonía según el laboratorio de donde procede: Kaibao de Shangai. El único inconveniente es que avivó la controversia con los ecologistas pues les llama la atención el método para conseguirlo, ya que los osos deben ser encerrados y su abdomen debe ser perforado.

La bilis de oso es vendida por sus cualidades terapéuticas en la medicina tradicional ayudando a regular el colesterol y disolver los cálculos renales y biliares; estos, que se cuentan por miles para una gran industria farmacéutica local evaluada en más de 1.000 millones de dólares por año, según Kirsty Warren, portavoz de la Sociedad mundial de protección de animales, son inmovilizados y atravesados con un catéter para extraer la bilis.

Esta sustancia ahora fue agregada por autoridades médicas en Pekín para la lucha contra el coronavirus mezclada con polvo de cuerno de cabra y de extractos de plantas para los pacientes afectados con gravedad.

El gobierno del presidente Xi Jinping, que apoya con fervor por encima de la medicina occidental las virtudes de la farmacopea tradicional quiere que contra el coronavirus no sea la excepción.

La asociación Animals Asia Foundation (AAF) está consternada y tacha este intento de “trágico y contradictorio” pues por un lado China acaba de prohibir el comercio de animales salvajes con fines alimenticios y por otro, incentivan “por la ciencia” la devastación del oso negro de Asia, según el portavoz de AAF, Brian Daly “Promover el recurso a la bilis de oso corre el riesgo de traducirse en un aumento de la volúmenes extraídos, no solamente en detrimento de los osos en cautiverio sino también de los que están en libertad”, subrayan.

Aunque la producción y venta de bilis de oso es legal en China, la exportación está prohibida por la Convención sobre el comercio internacional de especies de fauna y flora salvajes amenazadas de extinción (CITES). Richard Thomas, de la Asociación Traffic, recuerda que el activo de la bilis, el ácido biliar ursodiol, puede ser producida químicamente en laboratorio.

Esperan llegar a un acuerdo para evitar el impacto ambiental que el continuo y extremo maltrato de esta especie recibe.

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