Planta termoeléctrica de Tula envía “baño ácido” diariamente a la CdMx

Organizaciones ambientales y la Iniciativa climática de México están alarmados por la cantidad de dióxido de azufre (SO2) proveniente de Tula, Hidalgo. Esta preocupación se debe a que ha representado un aumento de enfermedades respiratorias y circulatorias para la ciudadanía de la capital del país, enfermedades tales como: bronquitis, neumonía, asma, problemas del corazón y en los últimos años estudios indican que incentiva el riesgo de sufrir Alzheimer. En Hidalgo, las enfermedades respiratorias son la principal causa de muerte de los pobladores.

La termoeléctrica Francisco Pérez Ríos, ubicada en la carretera Jorobas – Tula, Km 27.5, hace uso de combustóleo para llevar a cabo sus actividades, de las cuales no han sopesado el impacto ambiental y sobre todo a la salud que representa, ya que, por su cercanía con la Ciudad de México, nos vemos afectados a diario los más de 20 millones de habitantes.

Las asociaciones que piden se haga el cambio de combustoleo a gas natural también informaron que, de acuerdo al inventario de Emisiones Contaminantes de la Zona Metropolitana del Valle de México, la ciudad genera al año mil tres toneladas de SO2 emitido por transporte público y transporte de carga, más lo que abona la termoeléctrica que son 33 mil 99 toneladas del contaminante, lo que la convierte en la mayor fuente de contaminación de la zona metropolitana.

El coordinador cooperativo de la CFE Héctor López Villareal, ha declarado que el uso del combustóleo es barato y por ello se usa, por el costo beneficio de kilowatt por hora. De seguir esto, se continuaría incumpliendo con los Acuerdos de París y las metas de la Ley de Transición Energética sobre el uso de energías limpias. Las organizaciones que denuncian estos hechos no descartan el emprendimiento de acciones legales, pero primero se integrará un equipo de trabajo para conocer el impacto causado por la termoeléctrica y de ahí se derivarán las acciones inmediatas pertinentes.

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